Escoger el nombre de un negocio nunca es una tarea sencilla. Entran en juego muchas variables: Algunos se decantan por nombres que tengan algo que ver con sus dueños, otros deciden hacer juegos de palabras; hay quién decide utilizar la primera parte de un nombre y la segunda parte de otro y, por supuesto, están los que buscan llamar la atención y ser siempre los más originales.
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A veces el azar o las coincidencias entre idiomas entran también en la ecuación, provocando resultados inverosímiles y, en ocasiones, composiciones algo desagradables.
Es importante ser creativos para poder diferenciarse de la competencia. El problema llega cuando esa creatividad se lleva al infinito y la imaginación se desborda, consiguiendo combinaciones de nombres y gráficos que harían temblar al mismísimo Andy Warhol.
Esta recopilación de imágenes recogen algunos de los nombres más ingeniosos -pero también raros-, originales -pero también desagradables- y efectistas -pero también inadecuados- que pueden encontrarse en castellano.
Al final, la única variable que debería aplicarse, por encima de la creatividad, es la razón o la lógica, aunque no siempre sea posible…
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