Las galerías en cuestión son Àngels Barcelona, Polígrafa obra gráfica, Estrany-de la Mota, Raíña Lupa, Joan Prats, ProjecteSD, Senda y Carles Taché, que han enviado un comunicado explicando la situación: “Hemos solicitado a Ifema, institución organizadora de la feria, una serie de ajustes económicos que facilitaran la participación de las galerías en unos tiempos tan difíciles como los actuales, la falta de acuerdo nos ha llevado a tomar, muy a pesar nuestro, esta decisión”.
Además, han pedido que no se politice esta decisión, explicando que sus peticiones eran en beneficio de todas las galerías que se expondrán en ARCO y no solo las catalanas. También han reconocido que fueron reduciendo sus exigencias hasta los requerimientos mínimos, como permitir el pago del stand a 90 días o la ampliación del descuento del 10% sobre el precio del stand hasta el final del año (que finalizó en noviembre).
Así las cosas, las únicas galerías catalanas que se podrán disfrutar en la feria madrileña son ADN, Oriol y NoguerasBlanchard. Y aunque el resto de galerías no quieren que se especule buscando argumentos que no están presentes en el comunicado, con las cosas como están, parece una misión imposible. La polémica está servida.
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