Nadie diría que tiempo atrás España era una cenicienta en el deporte. La Olimpiada de Barcelona supuso un punto de inflexión en este aspecto, ya que antes de 1992 los éxitos deportivos españoles se daban con cuentagotas. Pero desde aquel año en que fuimos anfitriones de unos juegos y obtuvimos la mejor representación en el medallero de la historia de nuestro país, las cosas han cambiado radicalmente.
Hoy en día España es toda una potencia mundial en el deporte. Pero además en el deporte en el más amplio sentido de la palabra, no en una especialidad concreta. Motociclismo, fórmula 1, fútbol, baloncesto, tenis...prácticamente en casi cada deporte España a nivel de selección o de nombres individuales, tiene una destacada representación.
Y ayer quedó más patente que nunca, ya que coincidieron dos grandes logros a añadir a la larga lista de éxitos de nuestros deportistas. Por un lado Carlos Alcaraz se hizo con el título de Wimbledon y por otro nuestra selección nacional masculina de fútbol se alzó campeona de Europa.
Alcaraz: tras los pasos de Rafa Nadal
Rafa Nadal es, sin lugar a dudas, uno de los más grandes tenistas de toda la historia, como avala la larga lista de torneos del Grand Slam que atesora. Pero ahora que su carrera está en la recta final, un jovencito de Murcia ha llegado para tomar el relevo: Carlos Alcaraz.
El tenista de solo 21 años logró ayer la gesta de imponerse en el prestigioso torneo de Wimbledon a tan temprana edad por segunda vez, habiendo sido uno de los pocos elegidos que ha conseguido la hazaña de vencer en un mismo año en los mejores torneos sobre tierra y hierba, Roland Garros y Wimbledon.Y además lo hizo ante un rival legendario, como es Novak Djokovic.
La roja, reyes de Europa
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El triunfo de Alcaraz fue solo la primera de las dos grandes alegrías que nos proporcionó ayer el deporte español, ya que pocas horas más tarde de esa victoria, la selección masculina de fútbol lograba proclamarse campeona de Europa por cuarta vez en su historia. Un hito que ningún otro combinado nacional había conseguido anteriormente.
España se impuso en la final a una Inglaterra que nos puso las cosas muy difíciles, pero a quienes pudimos derrotar finalmente gracias a los goles conseguidos por Nico Williams y Oyarzábal. Además del logro colectivo, Rodri fue nombrado mejor jugador del torneo, Dani Olmo máximo goleador, y la gran esperanza de nuestro fútbol, Lamine Yamal, obtuvo el galardón como mejor jugador joven.
En definitiva, una jornada para el recuerdo en el que se volvieron a escribir dos páginas gloriosas de nuestro deporte. Y teniendo en cuenta la juventud de Carlitos Alcaraz y de los integrantes de nuestra selección, seguro que no serán las últimas alegrías que nos proporcionen.
