En los últimos años, la moda de los años 2000 ha experimentado un resurgimiento monumental, impulsado por la popularidad de plataformas como Vinted o establecimientos como Humana. Este renacimiento no se limita solo a las vitrinas de las tiendas más prestigiosas de las grandes ciudades.
Han pasado 20 años desde el estreno de Chicas Malas, el filme que convirtió el bullying en una actividad con glamour, y ahora esta obra que fue dirigida por Mark Waters ha resurgido con una renovación.
La producción original logró el balance adecuado entre la comedia icónica, las actitudes canónicas que definían a sus protagonistas y los estilos atemporales. El trío formado por Karen Smith (Seyfried), Regina George (McAdams) y Gretchen Wieners (Chabert) y es tan peligroso como la 'BBC' (Benzema, Bale y Cristiano) o el 'MSN' (Messi, Suárez y Neymar). A excepción del personaje de Cady Heron (interpretado por Lindsay Lohan) en sus primeros momentos, las 'plásticas' son mujeres preocupadas únicamente por su futuro, su apariencia y sus ingresos. Combatir la comida es como enfrentarse a un monstruo, y evitar la talla 38 se convierte en una norma.
Este viernes, las recientes Chicas Malas hacen su entrada en las pantallas de cine españolas con la música como una perspectiva renovada. No solo hay nuevas reinas en el instituto, sino que también tienen habilidades vocales. La versión actualizada de la película fusiona las escenas icónicas del primer filme con las canciones originales que definen a Regina George, interpretada por Reneé Rapp, como la soberana de la selva adolescente. Samantha Jayne y Arturo Perez Jr. lideran esta entrega que toma inspiración del musical basado en la película original.
La producción actual de Chicas Malas busca ajustarse a la realidad contemporánea mediante partituras que ofrecen una perspectiva fresca al relato. En estos tiempos, la astucia se apodera de TikTok, de las plataformas de redes sociales y de los rincones acogedores de las cafeterías especializadas. Con el guion magistral de Tina Fey (quien vuelve a encarnar su papel como la profesora Norbury), la brillante banda sonora de Jeff Richmond y las letras ingeniosas de Nell Benjamin.
Este grupo de adolescentes obsesionadas con los vídeos de alta definición se enfrentan a una tarea complicada: eludir memes, chistes y comparaciones con una de las películas clásicas de los años 2000. El elenco renovado incluye a Rapp asumiendo el papel de Regina George, Angourie Rice como Cady Heron, Avantika como la recién llegada Karen, Bebe Wood dando vida a Gretchen Wieners, Jaquel Spivey como Damian y Auli’i Cravalho interpretando a Janis Ian.
Las bromas están presentes, y el humor resuena de manera similar a la película original, aunque adaptado a una audiencia que ha sustituido las humillaciones públicas por aquellas que se realizan mediante comentarios en Instagram. Es por esto que se puede decir que Chicas Malas del 2024, sorprendentemente, no es tan desastrosa como muchos habían previsto.
La intérprete Avantika destaca por su fidelidad al personaje que originalmente ifue interpretado por Amanda Seyfried. Convierte la inocencia en dinamita, logrando así el papel más divertido de Chicas Malas. Por otro lado, Reneé Rapp personifica una versión pasivo-agresiva de la diva George, mientras que Auli’i Cravalho y Jaquel Spivey mantienen el espíritu vital de Janis y Damian. Este dúo, esencial en la cinta original, es portador de algunas de las mejores frases.
La cinta cuenta además con referencias a Ariana Grande y su canción Thank you, next , aludiendo al icónico baile de Navidad de Las plásticas, a iCarly y a los símbolos culturales que dejaron huella en la generación de la época en que las películas estaban disponibles en el videoclub más cercano.
Esta versión musical, al estilo High School Musical, es un ejercicio visual que empieza a decaer a medida que avanza la película. Es el componente menos resaltante de esta cinta dirigida por Waters que, de hecho, se transforma para ser una versión cantada de la vida adolescente y sus desafíos. A pesar de sus ocasionales desajustes, Chicas Malas ha evidenciado que un clásico siempre es recibido con los brazos abiertos en cualquier formato con risas garantizadas y bromas ingeniosas.
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