Al menos que hayas nacido millonario, lo más probable es que en algún momento hayas fantaseado o soñado con ello. “Sí me tocara el Euromillón, buff”, cómo dice el anuncio de la televisión, ese “buff” no suena barato. Seguramente esté relacionado con algunas de las imágenes que puedes ver a continuación.
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El caso es que ser millonario no siempre es una ventaja, tiene algunos inconvenientes que señalamos a continuación.
No tienen tiempo para gastarse el dinero
Normalmente el que es millonario es debido al éxito en los negocios, lo que implica, la mayoría de las veces, una dedicación absoluta al trabajo. A pesar de que suelen emplear su tiempo de manera muy eficiente, entre compromisos y trabajo, no tienen tiempo para disfrutar de su riqueza todo lo que les gustaría.
Según el libro “The millionaire next door”, escrito por Thomas J.Stanley y William D.Danko, el gasto anual de un millonario es menos del 7% de su fortuna. Es decir, ahorran lo suficiente para vivir más de doce años sin trabajar.
Parece que no tienen derecho a quejarse
¿Eres de los que cree que poseer una ingente cantidad de dinero te hace más feliz? Pues, estás equivocado. Un grupo de psicólogos de The University of British Columbia ha realizado un estudio que demuestra que el dinero no da la felicidad, ayuda a sentirse menos desgraciado. Es decir, disminuye la sensación de tristeza pero no aumenta el bienestar. Tener mucha pasta no asegura que estemos más sanos o más enamorados, se ciñe simple y llanamente a que vivimos con más tranquilidad, que no está mal. Pero es como todo, la felicidad es muy relativa, de ahí que sociólogos, economistas y psicólogos sigan estudiando la relación entre dinero y felicidad.
Seas millonario o no, siempre habrá cosas en tu vida que te gustaría cambiar y cosas que no puedas tener. En la vida todo no se compra con dinero y el ser humano puede ser muy caprichoso.
Te enfrentas a situaciones inverosímiles
Mientras que tu te preocupas por llegar a fin de mes o por intentar ahorrar para viajar lejos en vacaciones, los millonarios tienen preocupaciones como que el piloto de su jet privado llegue tarde, se hunda su yate, se inunde su bodega o que le den un golpe a su superdeportivo.
Preservar tu intimidad puede ser difícil
Cada vez hay más millonarios que se convierten en figuras públicas. Personajes que pierden el anonimato debido a los ceros de su cuenta bancaria. Una vez que eres famoso es muy complicado preservar tu intimidad. Los ojos están puestos en tu comportamiento y estilo de vida. A partir de ese momento tendrás que medir tu espontaneidad o te juzgarán injustamente.
Puede provocar problemas entre familiares y amigos
Hablamos de mal entendidos y envidias. Hay dos opciones, por un lado puede que tus familiares y amigos consideren que al ser millonario tienes la obligación de invitarles siempre, lo que sería completamente absurdo e injusto. Por otro lado están los mal entendidos. Si deciden ejercer siempre de anfitriones, puede que las personas de su alrededor se sientan incómodas o incluso ofendidas. ¡No es nada sencillo!
Te puedes volver ansioso y paranoico
Dicen que si tienes dinero, tienes dinero que perder. Muchos millonarios se obsesionan con su fortuna, intentando controlarla, mantenerla o aumentarla. Gestionar un patrimonio abundante puede crearte mucha ansiedad.
No te pierdas esta foto del boxeador Floyd Maywerather. Su ostentación y obsesión por el dinero es conocida por todas. Si no sabes de qué hablamos, síguele en Instagram y alucina.
Puedes terminar arruinándote
Cuidado porque es más común de los que piensas. Se conocen muchos casos de millonarios que han terminado arruinándose debido a una mala gestión de su patrimonio. La mayoría deportistas de élite que pasaron de una vida humilde a vivir en mansiones y gastar millones en una sola tarde. Pasar de un punto a otro es más sencillo de lo que crees. Casos como el de Maradona o Mike Tyson son solo algunos de los más conocidos.
Tienes que tener mucho cuidado con el qué dirán
Dar que hablar es muy sencillo cuando se posee una cuenta abultada. Bancos, aseguradoras, servicios de lujo y medios de comunicación siguen muy de cerca los pasos de los millonarios. Están en el ojo del huracán.
Seguramente ahora seas más comprensivo y hayas dejado de desear ser millonario.
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