La coxalgia en los niños puede ser muy alarmante para los padres si ven que su pequeño se mueve con dificultad y habla de un fuerte dolor en la pierna y la cadera. En la mayoría de los casos, esta dolecia desaparece en poco tiempo, en un periodo de siete o diez días, y no deja consecuencias tras de sí. Por lo tanto, en principio no debes preocuparte demasiado si tu hijo presenta una cojera repentina.
La sinovitis transitoria de cadera o coxalgia afecta a niños de entre 3 y 10 años y, aparte del dolor en la ceda o las piernas, provoca sensación de cansancio. Si los dolores no remitiesen en un periodo de 10 días, sería necesario someter a tu pequeño a un examen médico para obtener un diagnóstico más detallado y preciso y así descartar la posibilidad, aunque sea remota, de que sufra patologías más graves.
¿Qué es la coxalgia?
La coxalgia infantil o sinovitis transitoria de la cadera es un inflamación que provoca un dolor agudo en la parte delantera del muslo del niño o en su rodilla que tiene su origen en una irritación del nervio obturador. Afecta principalmente a niños de entre 3 y 10 años y, por lo general, afecta a una sola pierna. Esta dolenci se detecta con la maniobra de Thomas, una prueba de flexión de cadera realizada por el pediatra que se termina de confirmar con ultrasonido. Después de los 5 años de edad, una radiografía de la pelvis también puede ser útil.
El ultrasonido y la radiografía se utilizan para descartar la posibilidad de que el dolor y la cojera resultante se deban a causas más grave como la enfermedad de Perthes, un proceso degenerativo necrótico debido a una mala vascularización ósea que compromete el crecimiento del fémur.
Coxalgia en niños: síntomas y causas de la sinovitis transitoria de la cadera
Los primeros síntomas de la coxalgia infantil se advierten al despertar, cuando experimentan un dolor agudo y repentino en la zona inguinal que se deben a algún derrame en el interior de la cavidad articular. Esto provoca una pérdida de movimiento de la cadera y cierto grado de cojera. Como ya se ha mencionado, lo más común es que el centro del dolor se localice en el muslo, la ingle o la rodilla. Los niños que padecen sinovitis transitoria suelen experimentar febrícula.
Las causas de la coxalgia en los niños no se conocen con certeza, peor se cree que su origen es vírico: numerosos estudios han encontrado que el 70% de los niños afectados por la enfermedad habían sufrido una infección del tracto bronquial con fiebre en las dos semanas anteriores. Los casos de coxalgia debidos a lesiones o a la toma de determinados medicamento son mucho menos frecuentes.
¿Cuánto dura la coxalgia en niños?
El estudio de casos determina que, siempre y cuando el niño se someta a la terapia indicada, la coxalgia desaparece en un periodo de entre siete y diez días. Mientras, el derrame articular desaparece por completo entre 2 y 3 semanas. Esto significa que incluso cuando el niño ya no siente dolor, es necesario prolongar el reposo para evitar que las articulaciones sufran.
En casos en los que niño participe regularmente en actividades deportivas de alto impacto en la cadera, es necesario que el descanso se prolongue hasta seis semanas. Si los síntomas duran más de un mes, es aconsejable realizar un examen médico para descartar enfermedades más graves.
La coxalgia de la cadera tiende a reaparecer, aproximadamente uno de cada siete casos, en el plazo de un año. Si es el caso de tu hijo, se debe aplicar el mismo tratamiento que se aplicó en la primera ocasión. No obstante, si se produce con mayor frecuencia, es aconsejable que el pequeño haga un cambio en su rutina deportiva hasta cumplir los 12 ó 13 años.
Coxalgia en niños: el tratamiento incluye reposo y antiinflamatorios
Para curar la coxalgia infantil no se necesita un tratamieto especial: el dolor desaparece en poco tiempo con un reposo absoluto o, siempre y cuando lo recete su pediatra, con la administración de antiinflamatorios que reduzcan la inflamación y la hinchazón de la cadera.
En la fase aguda inicial, la carga sobre la pierna afectada debe ser limitada y no es necesario preocuparse si el niño mantiene la pierna girada hacia afuera y flexionada, una posición aparentemente antinatural. En realidad es absolutamente normal que lo haga porque de esta manera siente menos dolor.
Si después de 10 días el dolor no ha desaparecido por completo, es aconsejable someter al niño a pruebas más precisas para descartar la mencionada enfermedad de Perthes, fracturas, artritis séptica de la cadera y tumores óseos.
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