A día de hoy es normal que las mamás quieran que sus parejas estén presentes en ese momento tan especial aunque para muchos de ellos no es tan buena idea, ya que en alguna ocasión no tienen verdaderamente ganas de presenciarlo y por supuesto, ten en cuenta que nunca debe ser algo obligatorio para ellos.
Las ganas de compartir este momento irrepetible es lo que provoca que las mujeres requieran, cada vez más, el apoyo de su pareja. Pero, si queremos que todo salga bien y que la experiencia sea inolvidable es necesario saber si el papá desea de verdad acompañarnos. Te ayudamos a descubrirlo.
Y si no quiere... ¿qué pasa?
No hay que obligar al futuro papá a ir en contra de sus deseos. Si se enfrenta a su propia historia y a sus propias angustias la situación no será nada satisfactoria para él por lo que no debemos obligarles nunca. Insistir supondría, además, no respetar sus miedos, tanto en su rol de padre como de hombre. En cualquier caso, lo más probable es que a pesar de sus temores ceda, pero su presencia sólo sería beneficiosa para ti si está totalmente convencido. Piénsalo, es inútil y poco beneficioso en ese momento estar con una persona que se siente a disgusto.
Una decisión que es cosa de dos
Para evitar una sorpresa desagradable de última hora, conviene que el tema se trate desde el principio del embarazo. Quizá el futuro y angustiado papá pueda vencer sus miedos y logre finalmente disfrutar del momento del parto junto a ti.
Si desea estar presente, avisa al equipo médico con el fin de asegurarte de que es posible, particularmente en caso de cesárea programada.
Los miedos de los futuros papás
La mayoría de los futuros papás tienen las mismas angustias y algunos consiguen superarlas, mientras que otros se ahogan en ellas. Pero, seguro que estás deseando saber cuáles son tales miedos, te enumeramos algunos de los más comunes:
>El miedo de no estar a la altura. Simplemente, puede asustarles ver sangre o cómo sufres por el dolor, así que una de las cosas que más les asusta es desmayarse ante ti en pleno parto. Tranquilízalo, habla con él y dale toda la confianza del mundo; anímale porque muchas veces tenemos muchas ideas preconcebidas de ese momento.
>El miedo de sentirse inútil. Tú haces todo el trabajo y él no puede hacer otra cosa más allá de asistirte con su presencia. Es por eso que tienes que hablar con él antes de que se produzca el momento que para ti es muy importante tan solo que él esté allí, saber que te está apoyando, que está a tu lado dándote la mano o simplemente sonriéndote. De hecho, ellos llegan a vivir el momento con tanta intensidad que las mamás que al salir del paritorio también se encuentran cansadísimos.
>El miedo al rechazo. Se habla mucho del estrecho vínculo que se establece entre el recién nacido y la madre, pero el papá también ocupa un lugar muy importante en la llegada del bebé. Sin embargo, puede que ellos puedan sentirse "de más" en algunas ocasiones. Tu tarea es la de hacersles saber que ellos son imprescindibles en la relación tanto entre tú y el bebé, como en la suya con el pequeño.
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