Probablemente hayas oído hablar de muchos de ellos, y seguramente otros cuantos te sorprendan. Alrededor del embarazo siempre han rondado creencias populares que, aunque son bastante divertidas, no tienen ninguna base científica. Desde trucos para averiguar el sexo del bebé hasta leyendas urbanas que han conseguido sembrar la duda en más de alguna ocasión. Hoy te traemos una recopilación de los mitos más disparatados sobre el embarazo, para que los conozcas, salgas de dudas y de paso te rías un poco. Antes de empezar, te dejamos también una pequeña ayuda que te servirá para aclarar algunos conceptos relacionados: ¡el ABC del embarazo!
Mitos sobre el embarazo:
1. Si no sacio mis antojos, se reflejarán después en la piel del bebé
Se cree que si durante el embarazo la madre no sacia uno de sus antojos o, si por el contrario, abusa mucho de ellos, después se reflejarán en la piel del bebé con una mancha de nacimiento. Sin embargo, puedes estar tranquila, ¡no hay ninguna evidencia científica que lo demuestre!
2. Dando el pecho no me puedo quedar embarazada
Otra falsa creencia con la que tenemos que tener cuidado: la lactancia materna no es un método anticonceptivo. Es cierto que durante el periodo en el que damos el pecho a nuestro bebé, nuestro cuerpo tiene altos niveles de prolactina, una hormona que inhibe la ovulación. Por tanto, aunque la probabilidad de embarazo sea algo más baja, sigue siendo perfectamente posible.
3. Tener acidez es sinónimo de que el bebé nacerá con mucho pelo
Aunque te gustaría (o no), tu bebé no nacerá con una impresionante melena. Más bien con una sutil pelusilla que poco a poco irá creciendo. La acidez, causada por la hormona progesterona, es uno de los síntomas más comunes del embarazo. Y no, entre sus efectos secundarios no se encuentra el de que nos vaya a nacer un bebé peludo...
4. Si la tripa es redonda, tendrás una niña, si es puntiaguda, un niño
Sin duda esta es una de las creencias más famosas y, de hecho, su porcentaje de acierto es bastante alto. Sin embargo, se trata simplemente de una cuestión de azar. La única manera 100% fiable de conocer el sexo del bebé es a través de la ecografía que se realiza a partir de las 20 semanas.
5. Si preparas mayonesa estando embarazada, se corta
¡Totalmente falso! Probablemente también hayas escuchado este cuento chino atribuyendo el fracaso de la receta a las mujeres que tienen la regla. Pues bien, es simplemente eso, un mito sin fundamento alguno. ¡Te aseguramos que la mayonesa se le puede cortar a cualquiera!
6. Si durante las relaciones sexuales no se llega al orgasmo, no hay embarazo
Se cree que el orgasmo favorece las posibilidades de concepción. Esta teoría se basa en las contracciones del útero, las cuales facilitarían el camino de los espermatozoides. Sin embargo, aunque no está claro que esta afirmación sea o no fiable, lo que si es seguro es que el embarazo se puede producir perfectamente sin tener que llegar al orgasmo... Aunque si se llega, ¡mejor!
7. La píldora puede hacer que nos quedemos estériles
Uno de los mitos que más asusta a las mujeres, especialmente a aquellas que están tratando de quedarse embarazadas y la han tomado esta pastilla durante un periodo prolongado de tiempo. La píldora es un método anticonceptivo hormonal, y por tanto, una de sus funciones es evitar que se produzca el embarazo. Pero en ningún caso se ha demostrado que afecte a la fertilidad de la mujer.
8. Si una mujer embarazada es madrina en un bautizo, aumenta el riesgo de aborto
No hace falta ni aclarar que, obviamente, esto no es más que otro cuento chino. Eso sí, ¡muy gracioso!
9. Cruzar las piernas durante el embarazo puede provocar que el bebé se enrede en el cordón
Absolutamente falso. La posición de las piernas no tiene ninguna relación con la postura del feto, y menos aún con el cordón umbilical. El único motivo por que no deberíamos cruzar las piernas a menudo es el cuidado de la circulación.
10. Si comes pollo durante el embarazo, los genitales de tu bebé serán más pequeños
Sí, alucinadas nos quedamos nosotras también cuando leímos algo así. Esta afirmación forma parte de la última campaña de PETA para sensibilizar a la gente sobre el consumo de carne. Está basada en un estudio del 2008 del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, que explica que los ftalatos, un compuesto químico presente en algunas aves, podrían afectar al desarrollo de los genitales del bebé antes de nacer. Sin embargo, en ningún momento se menciona que el pollo pueda producir este efecto, así que, ¡mito desmontado!
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