La emoción que supone conocer el sexo del bebé, es una de las mejores partes del embarazo, aunque algunas parejas deciden no saberlo hasta el mismo día del parto. El caso es que no siempre hemos gozado de la tecnología que ahora tenemos para conocer el género de nuestro bebé. No te pierdas algunos de los métodos que se empleaban antiguamente para salir de dudas.
1. El latido del corazón
Para saber el sexo del bebé, hay el método del corazón. El latido del corazón de un bebé es uno de los sonidos más reconfortantes para una madre. También podría aportar otra información valiosa. Se dice que:
- si el corazón del bebé late más de 140 veces por minutos, es una niña,
- si lo hace menos veces, será un niño.
La validez de esta prueba no está aprobada por la comunidad médica, pero aunque sea solo por curiosidad, estate atenta en tu próxima revisión de ecografía.
2. El test de la col roja
Probablemente no te resulte apetitosa la col roja durante el embarazo, pero de todas formas, aquí tienes una idea de qué hacer con una. Se supone que:
- Si hierves la col,
- Guardas el agua de la cocción
- Mezclas algunas gotas de tu orina en ella,
- Puedes saber qué será tu retoño.
Si el agua se vuelve color morado, será un niño, y si se torna rosa, una niña.
3. La prueba del anillo
¿Cómo saber el sexo del bebé? Este truco existe desde los tiempos de nuestras bisabuelas.
- Puedes atar una cuerda alrededor de un anillo al que se le tengas aprecio, después túmbate.
- Pídele a tu pareja o a una amiga que sostengan el cordel del anillo sobre tu tripa.
- Si éste se balancea de un lado a otro, como un péndulo, el bebé será niño.
- Si lo hace en movimientos circulares, entonces será una niña.
4. El truco del ajo
Si te gusta el ajo, ¡esta prueba es perfecta para ti! Aunque advertimos que puede resultar un tanto desagradable.
- Si al comerte un diente de ajo notas que tu piel desprende mal olor, llevas un niño en tu interior.
- Si de lo contrario no huele en absoluto, llevarás una niña.
5. La llave
Probablemente este sea uno de los más absurdos que se han hecho.
- Los familiares y amigos de la futura mamá debían pedirle que cogiera una llave.
- Si ella la cogía por la parte plana, es que estaba embarazada de un niño.
- Si lo hacía por la parte redonda, entonces sería niña.
6. El calendario maya
Los mayas aportaron mucho a la civilización moderna. No solo se centraron en la escritura y en la astronomía. También tenían un sistema para averiguar el género de los bebés que estaban por nacer.
Al parecer, si coincide que la fecha en la que se concibió al bebé y la edad de la embarazada son ambos un número par o impar, entonces será una niña. Pero si estas cifras no coinciden, y una es par y otra impar, ¡entonces es que esas patadas que notas provienen de un niño!
7. Las nauseas matutinas
Esta es más simple:
- Si tienes muchas náuseas durante el embarazo, es porque las está provocando tu futura hija.
- Pero si apenas tienes, entonces se supone que esperas un niño…
De todas formas, no te preocupes: sea lo que sea, probablemente tengas nauseas igualmente.
Mira la evolución del embarazo de esta chica, justo antes de levantarse:
8. Arriba o abajo
Esta seguro que te suena:
- Si tu bebé está boca arriba dentro de tu barriga, será una niña.
- Pero si está boca abajo, un niño.
9. Dulce vs. Salado
Probablemente puede que tengas antojos durante el embarazo.
- ¿Tienes ganas de comer chocolate, pasteles o golosinas? Tal vez sea porque estás esperando una niña.
- ¿Te apetece más comer patatas fritas o galletitas saladas? Quizá se deba a que tu bebé es un niño.
10. El bicarbonato
Sí, por desgracia, esta prueba también incluye pis.
- En esta ocasión, habría que añadir 2 o 3 cucharadas de orina a un vaso con bicarbonato.
- Si la mezcla burbujea, se trata de un niño,
- Si no ocurre nada, ¡es una niña!
11. El truco de los chinos
Al igual que los mayas, los chinos también tienen una manera de predecir el género de los bebés, y de hecho es muy parecida. Si se tiene en cuenta la edad de la embarazada y el mes en el que se concibió al bebé, se puede averiguar el sexo. Por lo visto acierta bastante.
12. The Acne Test
Puede que durante el embarazo notes que te salen algunos granitos en la cara. Antiguamente se creía que quien los provocaba era la niña que la mujer llevaba en su vientre. Pero si la madre no tenía problemas de acné, entonces puede que esté esperando un niño.
13. El color de los pezones
Si notas que tus pezones se han vuelto más oscuros durante el embarazo, puede que sea porque estás esperando un niño. Si no cambian de color, será una niña.
14. La forma de la cara
Normalmente, la cara de la mujer durante el embarazo tiende a volverse más redonda, básicamente por el aumento de peso. Antes se creía que si esto te pasaba, podrías estar embarazada de una niña. Pero si de lo contrario, tu cara se mantenía como siempre, podría ser un niño.
15. Piernas peludas
Cuando estás embaraza, puede crecerte pelo en los lugares más inesperados de tu cuerpo. Si notas que este crece más rápido de lo normal, el culpable es tu niño, debido, se supone, a la testosterona extra. Por supuesto, esto tampoco tiene una base científica que lo respalde.
16. Los cambios de humor
Tal vez, durante el embarazo notes cambios de humor frecuentes: desde ponerte como una fiera hasta llorar por cualquier cosa. Se cree que el motivo de este festival de emociones se debe a que estás esperando una niña.
17. Lo contrario de lo que quieres
Si ardes en deseos de tener a una niña… Lo sentimos, probablemente la cigüeña te chafe la ilusión y aparezca con un niño, o viceversa.
18. El aumento de peso
Lo normal es que las mujeres embarazas aumenten unos 10 kilos de peso. Puede que el contorno de tu cintura delate el sexo del bebé: si ha aumentado considerablemente, será una niña, pero si apenas has engordado, un niño
19. La primera palabra
Esta prueba es para las mujeres embarazadas que ya han tenido hijos. Si la primera palabra que dijo tu hijo más pequeño fue mamá, entonces esperas una niña. Si a quien mencionó primero fue a papá, puede que te toque un niño.
20. Los pies fríos
Sencillo: si durante el embarazo tienes los pies helados, niño. Pero si los tienes calentitos, niña.
Ahora que ya conoces todos estos trucos, ¿te atreves a probar alguno?
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