1. Creer que tenemos que "comer por dos"
A veces esa frase no es más que una excusa. Durante el embarazo no tenemos que doblar las cantidades de comida (aunque a veces nos sintamos tentadas a hacerlo), sino comer hasta saciarnos de una manera saludable. La dieta durante el embarazo debe encontrar un equilibrio entre nutrientes, ser rica en vitaminas y en alimentos que nos aporten energía. Al día se recomienda ingerir unas 2.500 calorías procedentes de las proteínas (10%), grasas (35%) y de los hidratos de carbono (55%). Aquí te dejamos una guía de alimentos que puedes tomar durante el embarazo:
2. Preocuparnos excesivamente del aumento de peso
Estás embarazada, ¡es normal! El cambio físico que va a experimentar tu cuerpo puede resultarte incómodo a nivel estético, pero no debes obsesionarte. ¡Lo raro sería que no engordases! El aumento de peso que experimentarás varía dependiendo de la edad, la altura, el peso inicial antes del embarazo, el tipo de alimentación y, por supuesto, de tu bebé. Consulta a tu médico para establecer cuántos kilos deberías engordar aproximadamente mes a mes... ¡Y no te obsesiones con la báscula!
3. No tomarte un descanso
El trabajo, la casa, los niños... Aunque intentes seguir con el ritmo de vida que has llevado hasta ahora, llegará un momento en el que necesites descansar. Y por supuesto, no debes sentirte culpable por ello. Frena, escucha a tu cuerpo y relájate cuando lo necesites.
4. No aceptar ayuda
Cuando estamos embarazadas a veces nos da rabia que constantemente se ofrezcan a ayudarnos: llevarnos las bolsas, recoger algo del suelo, bajar del coche... Y aunque a veces esta ayuda nos saque algo de quicio, tenemos que aprender a aceptarla cuando la necesitemos. ¡No tiene nada de malo!
5. Dejar de practicar ejercicio
Durante el embarazo se crea en nosotras una necesidad de proteger a toda costa a nuestro bebé. A veces tenemos la falsa creencia de que practicar ejercicio podría ser perjudicial durante estos nueve meses y que lo correcto es ceñirse al reposo. Pero nada más lejos de la realidad: a no ser que tu médico te lo desaconseje por una circunstancia en particular, practicar ejercicio puede ser muy beneficioso. Te ayudará a aliviar algunas molestias, a descansar mejor por las noches y a controlar tu peso. La natación, el pilates o el yoga pueden venir especialmente bien para corregir posturas y disminuir en cierta medida el dolor de espalda.
6. Obsesionarse con los antojos
Muchas mujeres experimentan los famosos antojos durante el embarazo: unas ganas terribles de comer un alimento en concreto que no quedan saciadas hasta que nos lo comemos. Cuando este antojo es algo saludable, como frutas o verduras, no hay ningún problema. Pero en la mayoría de mujeres los antojos se suelen presentar en forma de chocolare, bollitos, helado... En cualquier caso, hay que aprender a no abusar de ellos. Al fin y al cabo nuestro bebé no los necesita. ¿Recuerdas la creencia popular de que los antojos no saciados de la madre se ven reflejados en la piel del bebé en forma de manchas? Pues tranquila, es simplemente un mito.
7. Tomar café para recuperar la energía
Sentirnos más cansadas de lo habitual es un síntoma propio del embarazo y, por lo tanto, algo completamente normal. Pero a veces cometemos el error de intentar contrarrestar esta falta de energía con bebidas estimulantes, como café, refrescos con cafeína, bebidas energéticas... No se debe abusar de ella puesto que podrían contribuir a alterar nuestro estado anímico y la tensión arterial. La OMS recomienda tomar como máximo 300 mg de cafeína al día durante el embarazo. Como alternativas, podemos optar por otros alimentos:hay ciertas vitaminas que ayudan a reducir el cansancio y la fatiga. Concretamente la vitamina B9, B12 y B6. Podrás encontrarlas en algunas frutas, legumbres, verduras como espinacas, en cereales o en frutos secos.
8. Creer que mantener relaciones sexuales puede perjudicar al bebé
Pensar que practicar sexo durante el embarazo podría dañar al bebé es un mito sin fundamento alguno. A no ser que tu médico te lo desaconseje, algo poco frecuente, no hay ningún motivo, más allá de tu posible falta de libido, que no te permita tener relaciones con tu pareja. Piensa que el feto no va a sufrir ningún daño, puesto que está protegido por la bolsa amniótica y las paredes uterinas, por lo que es imposible que durante las relaciones sexuales se llegue a tocar el feto. ¡Aprovecha estos nueve meses! Aquí te dejamos 20 posturas cómodas que te harán disfrutar del sexo durante el embarazo:
9. No beber suficiente agua
¿Sabías que la sed es un síntoma de que la deshidratación de nuestro cuerpo ya ha comenzado? Por eso es importante beber agua a lo largo del día y hacerlo de manera frecuente, sin esperar a que se produzca la sensación de sed. El agua puede ayudarnos a hidratar nuestra piel durante el embarazo, a sentirnos menos cansadas y a mejorar nuestra concentración. Además, durante la lactancia, el agua nos ayuda a compensar la producción de leche. Así que ya sabes, ¡bebe dos litros al día!
10. El miedo al parto
Te lo podemos decir nosotras, tu madre, tus amigas y un sinfín de mujeres que ya han paso por ello: no tengas miedo. Es inevitable sentirse insegura, preocuparse por el dolor o cuestionarse si serás capaz de hacerlo o no. Pero no tienes nada que temer: vas a estar rodeada de profesionales que te ayudarán a dar a luz y, además, será un momento en el que experimentes tanta adrenalina, que al final no serás consciente de casi nada. ¡Se te pasará volando! Si aún tienes dudas, aquí te dejamos 15 cosas básicas de que debes saber sobre el parto. Tranquila, ¡tu puedes!
EL ABC del embarazo: 100 palabras que debes conocer
LETTER
Y además:
10 reacciones que tus familiares y amigos tienen cuando les cuentas que estás embarazada
12 cosas que los hombres deberían saber sobre las mujeres embarazadas