Durante nueve meses tu embarazo ha ocupado todo tu universo. Tu bebé y su salud han sido tu principal preocupación, por no decir la única. Revisiones, ecografías, análisis…Desde el mínimo cambio en tu apetito hasta el más importante indicio de su llegada, las contracciones de parto, has vivido por y para él.
La gestación te ha supuesto un gran esfuerzo, en el que de forma natural, no has escatimado ni tiempo ni emociones. El viaje ha sido largo y los dos habéis llegado bien. Entonces: ¿qué te ocurre?, ¿por qué no te sientes feliz, sino todo lo contrario?
Si esa excesiva concentración en tu hijo se ha convertido en desinterés o la atención sobre el bebé se ha incrementado de forma obsesiva puede que seas víctima de la depresión postparto, según nos cuenta Victoria Martínez Navarro. La psicóloga especialista en fertilidad de Clínicas Eva añade otros síntomas a este posible diagnóstico: ansiedad, inquietud, tristeza, irritabilidad, llanto y falta de placer por todas o la mayoría de actividades.
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Este comportamiento es fácil de reconocer y se puede decir que está mejor aceptado socialmente que un proceso depresivo no asociado a la maternidad. Lo sufren entre un 6,5 % y un 12,9% de las mujeres después de alumbrar y presenta síntomas de moderados a intensos entre las dos semanas y un año después del nacimiento del niño. Según nuestra experta, este tipo de depresión afecta negativamente al desarrollo del niño, altera la vida familiar en su conjunto y aumenta el riesgo de la madre de sufrir otros trastornos mentales.
Una de las grandes obsesiones que sufren algunas madres diagnosticadas con depresión postparto es la creencia de que su bebé se encuentra en una situación de riesgo permanente. Cree que se le va a caer a los familiares de los brazos, que se puede ahogar con una flema o que puede ser víctima de enfermedades mortales de súbita aparición.
Este problema no se padece ni en mayor ni en menor medida en caso de que el embarazo se haya logrado mediante técnicas de reproducción asistida. Lo asegura la especialista, tras su experiencia clínica en Eva. Quizá se perciba, matiza, la necesidad de tener a salvo al bebé puesto que el camino para traerle al mundo ha sido más largo y estresante que en el caso de la gestación por vía natural. Por lo tanto, el factor TRA (técnicas de reproducción asistida) no es en sí mismo un predictor de la depresión postparto ni de posibles desajustes emocionales.
Esta patología afecta por igual a mujeres embarazadas, provengan o no de tratamientos de fertilidad, y se produce principalmente por los siguientes factores:
- Edad joven y madre primeriza
- Falta de apoyo social
- Relación disfuncional con la pareja
- Presencia de acontecimientos vitales estresantes durante la gestación
- Haber padecido un cuadro depresivo con anterioridad.
¿Cómo podemos hacer frente a la depresión?
Victoria Martínez aconseja, en primera instancia, hacer frente a los sentimientos y, además, expresarlos. Hay que hablar con la pareja, la familia y si es necesario consultar con el especialista. Además, estos otros consejos te ayudarán a sentirte bien contigo misma y con tu bebé:
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-La perfección no existe: trata de no obsesionarte con el cuidado del bebé y delega tareas siempre que te sea posible.
- Cuida la alimentación, descansa todo lo que puedas y relájate.
- Habla con otras madres que se encuentren en la misma situación, amigas o grupos de apoyo.
- Permanece activa: apuesta por el deporte o actividades que te parezcan divertidas a diario.
- Pasa tiempo con las personas que te ayudan y apoyan.
- Busca ayuda psicológica: la terapia conductual cognitiva puede ayudarte a reducir y/o eliminar los síntomas de la depresión postparto de manera efectiva.
Contenido elaborado en colaboración con Clínicas Eva
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