Gestionar un embarazo con reposo conlleva muchas dificultades. En primer lugar, tus acciones se ven de pronto muy limitadas. Si trabajas, dependiendo de tu profesión, quizá tengas que darte de baja durante el embarazo. Si cuidas la casa, debes restringir las tareas domésticas, ya que no debes agacharte en exceso ni cargar pesos.
Mejor evitar el lavavajillas, hacer la cama, aspirar, poner la lavadora, planchar... Algo tan básico como ir a la compra, por ejemplo, se convierte en un problema. También, cuidar el jardín, pasear al perro y cambiar la ropa de invierno por la de verano. Eso suponiendo que tengas que guardar reposo relativo. Si tu reposo es absoluto, en cama, la gestión todavía se complica más, ya que dependes de alguien hasta para comer. Pero falta el ‘más difícil todavía’, que es compatibilizar el reposo con el cuidado de otros hijos.
Cuando le pregunté a mi ginecólogo si había un máximo de embarazos con cerclaje que una misma madre podía tener, me contestó que no existía una cifra médica pero que era raro encontrar a madres con incompetencia cervical que hubieran tenido más de uno o dos hijos. Normal, supuse, con lo difícil que se hace el embarazo estando de reposo, como para añadirle el trabajo de más hijos.
Una embarazada en reposo se siente mal de no poder atender bien a sus otros hijos. Como hemos dicho, no debe cargar peso, con lo que es difícil meter o sacar a un niño de la bañera, de la trona, de la cuna o del coche. Si en la casa hay escaleras, el pequeño tendrá que aprender a subirlas y bajarlas de la mano. Si se cae al suelo, deberá levantarse por su cuenta. Si el reposo es absoluto, el hijo tendrá que conformarse con ver a mamá siempre en la cama y jugar con ella solo en el dormitorio y a pocas cosas. Y que se vaya despidiendo de tus guisos, de llevarlo a la puerta de la escuela, de irlo a buscar, de salir al parque… De un sinfín de pequeñeces que hasta entonces habían sustentado la relación madre-hijo.
Sin embargo, gestionar un embarazo con reposo y más hijos es posible. Difícil, pero realizable. Más aún, hay ciertas ventajas de tener más hijos y estar embarazada con reposo. La primera es la esperanza que te da ver que es posible tener más hijos. Si el reposo se debe a algún problema con el embarazo (preclampsia, placenta previa, incompetencia cervical), comprobar que ya has sido mamá te sube el ánimo y te llena de positivismo. La segunda es que los niños te hacen mucha compañía. Así, no es comparable un primer embarazo con reposo que un segundo embarazo así o un tercero. El tiempo vuela cuando estás con los niños, mientras que pasa muy lento si estás sola en la cama o tumbada en el sofá.
Los niños se conforman con muy poco para ser felices. Y, aunque no puedas moverte, hay una ventaja para ellos: ¡mamá siempre está en casa! Además, va a traer a casa un hermanito. Es importante mostrarles a los otros hijos las dificultades de un embarazo con reposo, pero también hay que reinventarse y aprender a jugar desde la cama, comprar pegatinas, hacer collages, recortar, pegar, construir con bloques o montar puzzles en una bandeja, comer palomitas y ver una película, cantar canciones, contar miles de historias… Y un millón de detalles que a partir de ahora pueden definir una nueva relación con tus otros hijos.
Contenido elaborado por Paula Zubiaur autora del blog Embarazo con cerclaje
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