Durante el quinto mes de embarazo desaparecerán la mayoría de las molestias de los primeros meses de embarazo, así que te sentirás mucho más a gusto. No obstante, si sigues teniendo algunas lo más habitual es que estén relacionadas con el aumento de peso del bebé y pueden minimizarse con gimnasia preparto.
Alrededor de la semana 20 se realizará la segunda ecografía de las tres que recomienda la Sociedad Española de Ginecología Obstetricia (SEGO), siempre y cuando tu embarazo sea de bajo riesgo. En esta se valora la morfología del feto, se observan todos los órganos visibles, la cantidad del líquido amniótico, la actividad cardíaca y sus movimientos.. Además, en este momento los genitales del bebé ya se diferencian claramente y, si lo deseas (y se deja ver), podrás conocer su sexo.
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La evolución del bebé en el quinto mes de embarazo
En esta etapa el feto duerme unas 20 horas diarias y se despierta, normalmente, por la tarde-noche, cuando la madre tiene menos actividad. Su crecimiento durante estas semanas es muy rápido y al final del quinto mes medirá, aproximadamente, 28 centímetros y pesa 430 gramos. A partir de la semana 19, órganos como el hígado y el bazo comienzan a funcionar de forma independiente y producen más leucocitos y otras células sanguíneas. También está preparado para funcionar el tracto intestinal y ya comienzan a aparecer los primeros productos metabólicos, que serán expulsados después del nacimiento.
A partir de la semana 20 el feto va cogiendo fuerza y empieza a moverse más. Juega con el cordón umbilical, patalea y golpea con sus puñitos. Los sentidos siguen desarrollándose durante este mes, sobre todo la vista. La piel, por su parte, cada vez es más gruesa y a partir de la semana 22 ya no se podrá ver el sistema venoso a través de ella.
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Salud y alimentación en el quinto mes de embarazo
En este momento tu vientre habrá aumentado y sentirás al bebé, por lo que el embarazo ya será totalmente notable. Quizá notes tu pelo más denso y brillante, así como las uñas más fuertes. Esto se debe a los niveles altos de estrógeno, que evitan la caída del cabello. Es posible que sientas ciertas molestias en el estómago por la presión del útero en crecimiento. Estas molestias son habituales y no debes preocuparte, pero si el vientre se endurece o se producen hemorragias, debes acudir inmediatamente al hospital.
Es importante que te hidrates bien, al menos un litro de agua al día, ya que tanto tú como tu bebé necesitáis líquidos. Además, el agua desempeña un papel importante en la prevención de infecciones urinarias, que son muy frecuentes durante el embarazo. Por otro lado, para evitar el estreñimiento, debes procurar consumir a diario alimentos ricos en fibra: frutas, verduras, cereales integrales... Por último, también es importante que prestes atención a tu descanso y evites el sobresfuerzo.
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