Después de la villocentesis, las ecografías o pruebas con ultrasonido son los exámenes más importantes que se realizan durante el embarazo, ya que ayudán a las madres y padres a hacer un seguimiento del embarazo y el desarrollo del feto dentro del útero. Las ecografías se realizan con un escáner de ultrasonido y es posible realizarlas en cualquier clínica ambulatoria, aunque debe prescrita por el ginecólogo. Pero, ¿qué en que consiste exactamente esta prueba de ultrasonido y cómo funciona?
¿Cómo se hace una ecografía?
La puerba de ultrasonido es realizado por un radiólogo, médicos especialista en el uso del instrumento utilizado para realizar este examen. En el ultrasonido clásico, la parte sobre la que se desliza la sonda se rocía con gel. Luego, el radiólogo pasa la sonda sobre el vientre de la futura madre para visualizar en una pantalla la imagen del feto. Gracias a los últimos desarrollos tecnológicos, ahora es posible realizar ecografías en 3D.
Ecografías durante el embarazo: ¿por qué se realizan?
Las pruebas de ultrasonido durante el embarazo permiten, como ya hemos dicho, comprobar algunas características del feto, comprobar si hay anomalías y monitorizar su desarrollo. Es un procedomiento indoloro y sólo causa una pequeña molestia: la sensación de frío cuando se aplica el gel que permite que la sonda se deslice mejor sobre el vientre de la madre. Por lo demás, es un examen rutinario normal al que deben someterse todas las futuras madres.
¿Cuándo se hacen?
Generalmente, se realizan tres ecografías durante el embarazo, cada una por cada trimestre de gestación. ¿Cuándo se realiza exactamente cada ultrasonido y qué se ve en cada sesión?
- Primera ecografía: se realiza al final de las 13 primeras semanas de embarazo y permite calcular la fecha de nacimiento, pero sobre todo permite sentir los latidos del feto, medir su flujo sanguíneo y comprobar el estado de salud de la placenta y de los órganos de la madre
- Segunda ecografía: también llamada ecografía morfológica, se realiza entre las semanas 20 y 22 y permite medir todas las formas del feto para averiguar si se desarrolla de forma normal o si hay malformaciones. En esta ecografía se mide el perímetro del cráneo, el perímetro del fémur y el abdomen, se observan los movimientos, el ritmo cardíaco y el estado de crecimiento del feto. El ultrasonido morfológico, además, permite medir la nuca del feto para saber si hay riesgo de trisomía 21 (síndrome de Down). En caso de duda, se utilizan pruebas adicionales, como la prueba de Triple Screening.
- Tercera y última ecografía: se realiza entre las semanas 30 y 34 y en ella se mide el volumen de líquido amniótico, el crecimiento del feto, se comprueba la posición de su cabeza (es necesario comprobar si está de nalgas dado que es un dato importante para el futuro parto) y el funcionamiento de los órganos vitales. Dependiendo de la posición y del estado de salud de la madre y del niño, en esta etapa ya se puede decidir si el parto puede ser natural o, por el contrario, será necesario planificar una cesárea.
¿Cuánto cuesta una ecografía?
Las ecografías son gratuitas siempre y cuando se realicen en centros de salud de la Sanidad Pública. El coste en centros privadas oscila entre los 50 y los 100 euros por cada examen, llegando a alcanzar los 150 euros por la ecografía morfológica, que es el más importante.
La alternativa a las ecografías tradicionales
Además de la ecografía tradicional de la que hemos hablado hasta ahora, también existe la ecografía transvaginal, en la que la sonda se inserta en la vagina en lugar de pasar por el vientre (este es el caso de la ecografía pélvica transabdominal). Este tipo de ultrasonido se utiliza cuando hay necesidad de examinar mejor el sistema reproductivo de la madre para verificar su estado de salud, ya que no es posible obtener esta información a través de el ultrasonido clásico, que no logra superar las capas de grasa del cuerpo para devolver una imagen detallada del útero.
En caso de que desee realizar controles sobre la salud del feto, incluso en base a diferentes variables, el médico también puede prescribir una amniocentesis o una villocentesis, posible a partir de la semana 16. Aun sí, no son pruebas obligatorias, sino adicionales a las ecografías.
on exámenes adicionales, no son alternativas a las ecografías, lo cual, sin embargo, todas las futuras madres deben hacer para cada trimestre.
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