Artículo elaborado por Intimina.
Descubrir que estás embarazada puede ser una de las noticias más emocionantes de tu vida. Los nueve meses de gestación se convierten en una época cargada de preparativos que giran en torno a la llegada del bebé y a la preparación al parto. Sin embargo, muchas mujeres olvidan cómo sobrellevar la incontinencia durante el embarazo. Según datos del II Estudio sobre la Salud Íntima de las Españolas de INTIMINA, solo un 5% de mujeres afirma tener debilitado el suelo pélvico, el grupo de músculos que sostienen los órganos pélvicos y ayudan a controlar la vejiga, por el embarazo. Perder la fortaleza de estos músculos, además de provocar otros problemas, pueden producir pérdidas de orina incontroladas.
¿Cómo prevenir la incontinencia? Aquí te dejamos unos consejos sencillos para que las futuras mamás los puedan practicar a diario:
Controla el aumento de peso
El peso es un factor que contribuye a la incontinencia en general. Durante el embarazo, las mujeres con un Índice de Masa Corporal normal ganarán un promedio de 15 kilos adicionales, un peso que añade tensión a los músculos del suelo pélvico, afectando a la vejiga y uretra, responsables de que se produzcan las fugas. Por ello, se recomienda ser consciente del peso y seguir un control por parte del médico para que ese aumento se haga dentro de unos parámetros saludables.
Practica ejercicios de bajo impacto
Mantenerse en forma es una parte importante para garantizar un embarazo saludable, tanto en términos de peso como de bienestar general. Sin embargo, para proteger el suelo pélvico lo mejor es practicar ejercicios que no ejerzan demasiada presión sobre el vientre. El yoga, la natación o salir a caminar ayudarán a disminuir la tensión sobre los músculos pélvicos y controlar la vejiga mientras el bebé va ganando peso.
Cuida tu postura
Mantener una buena higiene postural es muy importante para evitar daños en el abdomen y debilitar el suelo pélvico. Por ejemplo, si se necesita recoger algo del suelo es preferible mantener la curva interior natural de la parte baja de la espalda y emplear los músculos del suelo pélvico justo antes de levantar y durante el proceso.
Lleva una dieta equilibrada
Algunos alimentos y ciertas bebidas pueden irritar la vejiga durante el embarazo, especialmente las bebidas con cafeína. Evitar el estreñimiento también puede ayudar a detener las fugas de orina antes de que sucedan. En este sentido, un intestino lleno puede ejercer presión sobre la vejiga y el esfuerzo en el inodoro puede debilitar el suelo pélvico. Por ello, es recomendable llevar una dieta equilibrada que ayude a mejores digestiones y a mantener la energía.
Ejercicios de Kegel
Durante el embarazo, las hormonas relajan los ligamentos para que el bebé pueda crecer. Estos ligamentos relajados y los kilos extra que se ganan, pueden causar tensión sobre el suelo pélvico. Por eso, los ejercicios de Kegel se convierten en una parte fundamental de la rutina diaria, no sólo porque son cruciales para un embarazo saludable, sino también porque garantizan la salud íntima para toda la vida.
¿Cómo se practican? Esta rutina consiste en contraer los músculos del suelo pélvico hacia arriba y hacia adentro durante unos segundos para fortalecer y tonificar la musculatura pélvica. De este modo, se conseguirá aumentar el riego sanguíneo del perineo y la vagina, ayudando a reducir la inflamación de la zona y posibles hematomas.
Se puede practicar esta rutina con unos ejercitadores, para conseguir el máximo beneficio, aproximadamente a las seis semanas de dar a luz. Por ejemplo, el KegelSmart de Intimina es una buena opción para iniciarse antes de quedarte embarazada. Es un dispositivo innovador que cuenta con un programa guiado de ejercicios por vibración que indica cuándo se debe contraer y relajar los músculos. La rutina, de solo cinco minutos, es muy fácil de seguir y el dispositivo selecciona automáticamente el nivel, dependiendo de las condiciones fisiológicas de cada mujer.
Otra alternativa es la Rutina de Kegel Laselle de Intimina. Cuenta con tres esferas de distintos pesos (28g, 38g y 48g) que proporcionan la cantidad adecuada de resistencia para mejorar la fuerza del suelo pélvico y asegurar que se está realizando la técnica correcta.
Empezar a pensar en el cuidado del suelo pélvico y en prevenir la incontinencia, incluso antes de empezar a plantearse el primer embarazo, es fundamental para una buena salud íntima toda la vida.
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