Salud de la madre
La fecha del parto se acerca. ¡“Menos mal”!, pensarán algunas mujeres, ya que precisamente estos días se vuelven pesados e interminables. En las últimas semanas, has cogido peso, además de una retención de líquidos. Estás en un momento en el que tu peso puede aumentar hasta 400 g por semana.
¡No te alarmes! Este aumento de peso se detiene unos días antes del parto. De hecho, las últimas semanas, el aumento de peso se debe principalmente al bebé, la placenta y el líquido amniótico.
Desarrollo del bebé
Tu bebé está desde este momento, preparado para el gran día. Mide alrededor de los 48 cm y pesa unos 3 kg. Su desarrollo en el útero se acaba. Es ahora cuando el bebé comienza a sentirse apretado en el vientre. Verás que se mueve mucho menos.
El cerebro es, sin duda, uno de los órganos más importantes, ya que representa 1/10 del peso corporal del bebé. Esto explica por qué los pequeños tienen una cabeza bastante grande en relación a su cuerpo, en comparación con un adulto.
Durante sus primeros años de vida, el cerebro de tu bebé se va a desarrollar enormemente. Después de su nacimiento, este órgano ganará todavía más de un kilo, al tiempo que vaya descubriendo y adquiriendo sus primeras experiencias.
Consejos para este mes de embarazo: precauciones cotidianas
Miedo al dolor en el parto
Eres sensible: el solo hecho de imaginarte sangre te horroriza. Temes si serás capaz de soportarlo y ya te imaginas gritando de dolor como en las películas...
Todos relacionamos parto con dolor, aunque algunas mujeres lo confirman y les gusta exagerar el dolor que sufrieron en el parto. Aunque desde hace unos años ha cambiado la manera de tratarlo: la medicina da más importancia al sufrimiento y cada vez se limita más el dolor. Las mujeres que no quieren sufrir generalmente eligen tomar la epidural. Sin embargo, existen algunas contraindicaciones (problemas de plaquetas...) que impiden su uso. Si no puedes o no quieres parir bajo los efectos de la epidural, existen otros medios para calmar el dolor, como los analgésicos, por ejemplo.
Si estás aterrorizada con la idea de sufrir durante el embarazo, a continuación te damos unas ideas que te ayudarán a calmarte un poco.
La epidural permite aliviar el dolor vinculado al parto. No duele más que un pinchazo normal. Sin embargo, si quieres dar a luz sin intervención médica, existen métodos para preparar el parto que te ayudarán a canalizar el dolor: técnicas de respiración, yoga, canto prenatal, sesiones de relajación en piscina... También te pueden recetar analgésicos.
Algunos detalles sobre la epidural
La consulta previa a la anestesia permite detectar diversas contraindicaciones a la epidural. Sin embargo, la epidural requiere un control permanente de la tensión arterial. También se realiza un monitoreo fetal para controlar que todo va bien con tu bebé. Puedes sufrir algunos efectos secundarios que no acarrean riesgos como dolor de cabeza, piernas pesadas durante varias horas... La epidural hace que los impulsos para expulsar al bebé sean indoloros, ¡pero tú sigues sintiendo todo lo que sucede!
El hecho de estar consciente te permite asistir al nacimiento de tu bebé sin sufrir. Pero cada futura mamá es diferente: eres tú la que tiene que decidir qué tipo de parto quieres tener.
También puedes pedir la epidural durante el parto si ves que no puedes soportar el dolor. Como los partos primerizos duran varias horas, ¡tienes tiempo de cambiar de opinión!
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