Salud de la madre
La placenta continúa desarrollándose. Esta desempeña un papel primordial para el feto, ya que pone en contacto directo al bebé y la madre. Actúa como filtro sobre los nutrientes y otras sustancias que se intercambian (o no). Los residuos del feto también se eliminan por la placenta. Su funcionamiento es bastante complejo, porque como la sangre del feto no se encuentra en contacto directo con la sangre de la madre, los intercambios se realizan por unos pequeños espacios. Aunque la placenta actúe como filtro, también deja pasar ciertas sustancias como el alcohol, los tóxicos que contiene el tabaco.
Al final del embarazo, la placenta constituirá un disco de unos de 20 cm de diámetro y pesará unos 500 gr. También libera hormonas como la hCG, estrógenos y progesterona. Un sangrado puede hacer que la placenta se despegue, en ese caso deberías consultarlo con tu médico o matrona.
Desarrollo del bebé
El feto continúa su evolución. Sus miembros ya están bastante desarrollados distinguiéndose perfectamente los dedos de pies y manos. Pero es sobre todo su extremo cefálico el que ha adquirido mayor desarrollo en comparación con el resto del cuerpo. Su rostro comienza a definirse, distinguiéndose ya sus ojos, nariz, boca y orejas. Para la formación de los ojos, un pequeño pedúnculo empuja el cerebro para avanzar hacia la cara. Este será el futuro apéndice del nervio óptico y parte de la retina. Más tarde, el nervio óptico aportará información visual al cerebro en una región situada en la corteza occipital y allí la interpretará y analizará.
Consejos para este mes de embarazo: precauciones cotidianas
El 50% de las parejas dejan sus relaciones sexuales progresivamente durante el embarazo. Sólo el 10% mantienen relaciones normales desde el principio al fin. Los médicos, sin embargo, recomiendan tener una actividad sexual normal. No hay riesgo de hacerle daño al bebé: el feto se encuentra bien protegido. Así que no puede notar nada durante las relaciones sexuales, sea cual sea la posición de sus padres.Tampoco hay riesgo de que el pene traspase la bolsa de aguas que rodean al bebé, incluso con las penetraciones profundas. Esto es porque el final de la vagina y el feto están separados por unos 4 o 5 centímetros.
En cuanto a los microbios, el cuello del útero se encuentra taponado por una secreción que hace de barrera para la mayoría de ellos. Si el embarazo se desarrolla con normalidad, no hay riesgo de que las relaciones desemboquen en un parto prematuro o en un aborto. Además, el feto ¡no presencia tus encuentros amorosos! Sin embargo, puede sentir el placer de su madre durante el orgasmo, ya que las hormonas provocan contracciones uterinas.
En el primer trimestre, respecto a la libido, te puedes encontrar un poco "plof". Se está poco dispuesta físicamente, ya que el cuerpo sufre numerosos cambios bajo la influencia de las hormonas (fatiga, náuseas, estreñimiento, hemorroides, ardores de estómago, sequedad vaginal...) Las sensaciones que normalmente son placenteras pueden convertirse en desagradables. La penetración puede ser dolorosa, ya que las paredes vaginales cambian. Los senos crecen lo que, normalmente, ¡le gustará a tu pareja! Lo malo es que duelen, así que habrá que explicarles que ciertas caricias pueden ser bastante molestas. Sin embargo, no tienes por qué interrumpir completamente tus relaciones sexuales. Comparte con tu pareja tus dudas y tus temores, te ayudará a llevar una relación armoniosa.
Normalmente, el apetito sexual suele llegar durante el segundo trimestre. Desde el cuarto mes los tejidos de la vagina y del aparato genital están más desarrollados y congestionados, la vagina está más húmeda, como en un estado de excitación permanente. ¡Tendrás ganas de hacer el amor todo el tiempo! Y como extra: se alcanza el orgasmo más fácilmente y con mayor intensidad, ya que la zona genital se encuentra más irrigada y oxigenada.
¡Mi lista de recordatorios!
Pedir la cita del primer trimestre en el ginecólogo
Realizar una toma de sangre para comprobar tu inmunidad (toxoplasmosis, rubeola, VIH, carencias, diabetes, colesterol, sífilis…)
Tienes que haberte inscrito en un centro de maternidad
Haber encontrado una guardería o una niñera
Pensar en pedir cita en el dentista
Prueba voluntaria de la amniocentesis
2ª cita obligatoria con el ginecólogo
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