No hay nada como transformarse totalmente para que comiencen a llover los premios. Bien lo saben los actores más cotizados de Hollywood, que han recurrido a demacrarse en más de una ocasión para alguna película y después han visto premiados sus esfuerzos. Subidas y bajadas de peso, cortes de pelo radicales... Desde luego, hay algunos casos en los que es hasta difícil reconocerlos...
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En nuestra lista hemos repasado actores como Christian Bale o Jake Gyllenhaal, auténticos expertos en transformarse totalmente para cada película hasta el punto de haber reconocido que han puesto su salud en peligro en alguna ocasión. Los casos más llamativos suelen ser los de cambio de peso, desde grandes subidas para un papel (Robert de Niro para Toro Salvaje, Charlize Theron para Monster, Antonio de la Torre para Gordos o Matt Damon para El Soplón) hasta los que se han quedado en los huesos. Y es que resulta aún más llamativo las drásticas pérdidas de peso a la que algunos de ellos se vieron sometidos.
Es el caso más actual de Chris Hemsworth, que esta semana ha compartido en sus redes una foto del rodaje de En el corazón del mar que nos hace preguntarnos dónde está el Thor del que nos enamoramos. Pero hay más, como Michael Fassbender, que interpretó en Hunger a un hombre en huelga de hambre. O Anne Hathaway en Los Miserables, que interpretó a Fantine, una mujer que vive todo tipo de desgracias y finalmente fallece de tuberculosis. Y por supuesto, Jared Leto y Matthew McConaughey, que interpretaron a dos enfermos de sida en Dallas Buyers Club. Estas tres últimas, por cierto, se saldaron con Oscar por sus interpretaciones.
Y es que los cambios físicos a peor siempre son un revulsivo para los académicos, que suelen premiar este tipo de actuaciones. Aunque también hay que hablar de Chris Pratt, que justo vivió el proceso contrario: pasó de tener algo de sobrepeso a tener EL CUERPO de Guardianes de la Galaxia.
Actores y biopics, la unión perfecta
Pero si hay algo que guste en la temporada de premios son los biopics. En estos casos, los actores se transforman en personajes ilustres o famosos conocidos por todo el mundo. Aquí, más que de transformaciones físicas, podemos hablar del buen hacer del vestuario y maquillaje, pero desde luego resulta increíble lo que pueden llegar a parecerse. El último gran caso fue el de Eddie Redmayne, que consiguió el Oscar por ser un auténtico clon de Stephen Hawking.
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