Cada mañana se masca la tragedia. Odias que tu rutina suponga madrugar, tener que salir de ese espacio de confort que es tu cama y lanzarte a la calle es una de las cosas que más pereza te da en el mundo. Lo sabemos bien, pero antes de soltar toda tu ira fuera y destruir toda la energía positiva de quienes están a tu alrededor, lee nuestros trucos infalibles para que no te falte una sonrisa por la mañana.
1. Escucha música para venirte arriba
Nada mejor que sentirte la mismísima Beyoncé... ¡En pijama y a lo loco!
2. Una ducha para mimarse
Aunque te niegues a ducharte por las mañanas para evitar perder quince minutos de placentero sueño, lo cierto es que es una costumbre que deberías comenzar a aplicar a tu día a día. Si además lo haces con algún gel de aroma cítrico, te ayudará a desperezarte poco a poco. Eso sí, el agua caliente es indispensable si no quieres acabar así:
3. Un desayuno completo, delicioso y sobre todo, con tiempo
Si eres la del café con leche y un par de galletas a media mañana tienes todas las papeletas para empezar el día con un humor de perros. Déjate llevar por las estrellas de Instagram y prepara un desayuno digno de ser subido a tus redes. Aunque solo sea porque los likes te alegren el día.
4. Prepara la noche antes la ropa que te vas a poner
Una de las cosas que nos pone de peor humor por las mañanas es tener que decidir qué look llevaremos al día siguiente. La noche anterior lo verás todo más claro, así que haz caso al dicho y no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.
5. Fíjate una meta para cumplir a lo largo del día
Para empezar el día con optimismo es indispensable que te marques una meta y vayas a por ella. Si te levantas sin tener muy claro que pasará en las próximas horas o sin pensar en qué será lo que haga de hoy un día especial, posiblemente tu día se convertirá en una sucesión de horas y estarás deseando que vuelva a llegar el momento de dormir de nuevo. Una cena con una amiga al salir del trabajo, una tarde de compras o un paseo con alguien especial puede ser tu manera de levantarte con el mejor pie posible.
6. Haz ejercicio físico a primera hora
Sería genial que antes de comenzar el trabajo tuvieses la fuerza de voluntad posible para levantarte un poquito antes y salir a correr durante media hora. Sí, sabemos que esto es mucho pedir. Por eso, nada mejor que un paseo en bicicleta para ir al trabajo. No hay manera de comenzar el día más activa. Prometido.
7. Desperézate poco a poco
Suena el despertador y una vez más, te has vuelto a dormir. Tienes que darte prisa, saltar de la cama y desayunar un café en el Starbucks que te queda de camino al trabajo. No lo hagas más. ¿Sabes que si te despiertas gradualmente y vas abriendo los ojos y desperezándote poco a poco, te levantarás mucho más feliz? Deja que tu cuerpo se adapte a la luz del día y... ¡A comerte el mundo!
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