Desde el primer instante en el que vimos su carita en aquella visita al hospital cuando era recién nacido comprendimos que ya nunca más podríamos adorar a alguien de la misma forma. Un sobrino o una sobrina llega para revolucionar nuestra vida en el mejor de los sentidos y creamos con ellos un vínculo imposible de describir con palabras. ¿Recuerdas la preciosa relación entre el tío Jesse y la más pequeña de Padres Forzosos? Y, ¿qué me dices del amor y la protección sin límite de la tía Mary con Peter Parker? Si eres tía, posiblemente sepas que en estos casos la realidad supera a la ficción y que todos esos sentimientos de la pequeña pantalla son ciertos como la vida misma.
Te invitamos ahora a echarle un vistazo a esta lista que hemos preparado para ti. ¿Coincides con nosotras en todas ellas?
1. Te enamorarás perdidamente
Así es. Desde la primera vez que lo veas, caerás rendida ante sus encantos. Sin apenas moverse, siendo un bebé, te parecerá el ser más adorable del planeta y así pasarán y pasarán los años sin que este sentimiento cambie.
2. Eres su mayor confidente
Si tienes un sobrino o una sobrina adolescente, sabrás que para él o ella tú eres la mejor consejera que pueda existir. Querrá que vayas con ellos de compras y seas su personal shopper, te preguntarán cómo comportarse en su primera cita, qué hacer cuando comiencen la universidad... ¡Prepárate para vivir tu segunda adolescencia!
3. Eres su fan número uno
Te sentirás la más orgullosa del mundo cuando les vaya bien en el cole o cuando al fin los veas graduados en la universidad. Además, serás su fan número uno cuando hagan exhibiciones de sus clases extraescolares; da igual que se trate de una futura estrella del ballet o que se haya decidido por practicar taekwondo. ¡Sacarán fuera tu alma oculta de cheerleader!
4. Siempre estás ahí para correr grandes aventuras
Todo aquello que sus padres le prohíben, lo podrá hacer contigo. Eres la tía enrollada y lo sabes:
5. Te han preparado para la vida adulta
Desarrollas tu paciencia hasta el infinito, aprendes a darles de comer, curarles las heridas cada vez que se caen, aguantar sus berrinches... Reconócelo: ser tía te ha convertido en una superwoman.
6. Sacan a la luz tu instinto maternal
Sí, no hay nada como tener sobrinos para que tus hormonas empiecen a hacer de las suyas y se te ponga esta cara de tonta cada vez que ves un bebé:
7. Nunca podrías decirles que no
Los consentirás hasta el infinito y más allá. Es uno de nuestros mandamientos básicos.
8. Sacan fuera tu lado más tierno
Nunca pensaste que un cuerpo tan pequeño podía despertar tanta ternura en ti:
9. Te llevan de nuevo a tu infancia
Gracias a tus sobrinos vuelves a recordar algunos de los mejores momentos de tu vida. Aprender a montar en bicicleta, los largos veranos en la playa sin preocupaciones, el primer amor.... Sniff, sniff!
10. Te das cuenta de que son algunas de las personas más importantes de tu vida
Y, por eso, te convierten en una mujer mejor cada día.
Y es que, ¿cómo no lo van a ser si son los hijos de nuestros hermanos? Ellos también son un pilar básico en nuestra vida. ¡No te pierdas estas bonitas frases que dedicamos especialmente a ellos!
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