-Prohibido: La ropa hiperceñida que lo deja ver todo y no te deja respirar; labios con ultrabrillo; el maquillaje excesivo; las joyas que se ven a 1 km de distancia. ¡Nada de excesos! Lo único que conseguirás es enviar imágenes de «chica fácil», casi desesperada y dispuesta a todo, y eso ya no es ligar sino reclutar. Como mucho conseguirás un rollo de una noche y lo peor es que te verán como a una pobre patética que no sabe cómo llamar la atención.
-Permitido: Elige ropa con la que te sientas bien. No te excedas con los pantalones cagados y las camisetas XXL y elige algo más femenino: un vestido sencillo y ligero que sugiera y den ganas de conocerte más, en todos los sentidos. Si estás cómoda y te sientes segura, será más deseable y ligarás más. En cuanto al maquillaje, elige tonos suaves que combinen con tu piel y te favorezcan, para que te sientas fresca y llena de energía, como recién salida de la ducha.
>La preparación mental
-Prohibido: ¡Empezar perdiendo! Si en el fondo piensas «No sé cómo este tío podría interesarse en mí», no sigas porque llevarás razón. Inconscientemente enviarás señales negativas a tu objetivo haciendo que éste no sea receptivo a tus encantos.
-Permitido: Inspira... Expira. Posees todas las cualidades, sólo tienes que creer en ello y mostrarlas. Cuanto mejor te sientas, más probabilidades tendrás. Hay que quererse para que te quieran, lo sabe todo el mundo. Así que si eres de las pesimistas, tendrás que trabajar en ello. ¡Gana confianza! Claro que puedes gustarle al bombón de la barra, o es que ¿acaso está reservado para las rubias de un metro de piernas? ¡En marcha!
>¿Cómo entrar?
-Prohibido: Darle una palmadita en la espalda y ser de risa fácil a lo amiga divertida que no se preocupa y que no teme a nada, pero que en el fondo es la timidilla que sueña con él y que cree que hace bien yendo de atrevida, cuando en realidad se esconde tras su caparazón. Acabarás siendo «una buena amiga». Fracaso garantizado.
-Permitido: Relájate e intenta sonreír. Un rostro resplandeciente atrae mucho más que una expresión tímida e indiferente. Sin caer en el estereotipo de la muñequita vergonzosa, el ritual de nuestros labios delicadamente maquillados los vuelve locos fácilmente. Está comprobado que los hombre hablarán antes con una mujer que sonríe. Atráele con miradas furtivas y no dudes en mostrarle que te interesa... sin excederte. No olvides que tu postura y tu rostro dicen mucho de tus intenciones... y que el cerebro humano retiene mucho mejor los mensajes derivados de la comunicación no verbal.
>La conversación
-Prohibido: No hables sólo de ti: «Cuando tenía 15 años me encantaban los caballos... Mi hermana y yo somos inseparables... Con mi ex éramos como... Mi madre y yo somos grandes cómplices...» ¡Socorro! Primero, respira, y segundo, que sepas que tu interlocutor hace ya una canción que dejó de escucharte. Incluso ha tenido tiempo de fijarse en la preciosa morena que está sola en la mesa de al lado. Hace ya un cuarto de hora que le hablas de tu vida, sabe incluso el nombre de tu primera mascota y aún no has mostrado interés por él. Será peor si te lanzas tan directamente sobre él que sienta su virilidad atacada; os encontrará vulgar. No le dejas espacio ni le das oportunidad de actuar, así que no va a tener gana ninguna de ir más lejos en este juego de seducción.
LETTER
-Permitido: Toma la palabra en el momento oportuno, cuéntale anécdotas apropiadas y sobre todo... deja que hable. Apreciará que te intereses por él y mucho más que lo escuches. Hazle preguntas y valóralo. El intercambio tiene que ser equilibrado y ambos tenéis que sacar provecho. Adáptate y mide tus palabras, muestra sólo tus cosas buenas, al menos de momento. Si tus intenciones no son lo suficientemente claras, no dudes en lanzarle algunos mensajes suaves, siempre sutiles, pero que se entiendan.