Ganar dinero quedándose en casa, es posible. Se trata del teletrabajo. Desarrollado en los años setenta en Estados Unidos, esta práctica no es muy frecuente en España, pero existe. ¿Quién desarrolla este tipo de actividad, cómo se trabaja, cuáles son las ventajas? He aquí algunos consejos.
¿Qué es el teletrabajo?
Se trata de una organización particular que permite que una persona pueda ejercer su actividad laboral desde su domicilio o en un telecentro, pero siempre fuera de la empresa.
¿En qué contexto se ejerce?
Se distinguen diferentes tipos de teletrabajadores. Los más conocidos son los trabajadores freelance o autónomos, quienes proponen sus servicios y efectúan trabajos desde casa. Pero el teletrabajo también se puede ejercer en el marco de un empleo con sueldo fijo.
-Algunas empresas quieren, por ejemplo, subcontratar algunas de sus actividades y confiarlas a telecentros externos. Éste suele ser el caso de las relaciones de clientes o de servicio post-venta.
-Asimismo, se puede dar el caso de que un jefe proponga a sus empleados trabajar desde su domicilio. Esta situación supone una organización particular y necesita una modificación importante de los métodos de gestión.
-Por último, se encuentran los teletrabajadores llamados nómadas quienes ejercen sólo una parte de sus actividades fuera de la empresa. Por ejemplo, éste es el caso de los representantes, quienes permanecen en contacto con la empresa, transmiten los resultados y acceden a su base de datos.
Ventajas e inconvenientes
- Desde el punto de vista del jefe, el teletrabajo permite gestionar el equipo con más flexibilidad, por ejemplo, despidos en caso de traslado de la empresa. En contrapartida, el teletrabajador debe tener a su disposición todos los útiles necesarios para ejercer sus funciones (ordenador, teléfono, etc.) y tiene la obligación de organizar reuniones regulares con el teletrabajador y los demás compañeros.
- Para el teletrabajador, las ventajas son numerosas: el teletrabajo permite ahorrar el tiempo de desplazamiento. También se puede gestionar el tiempo con mayor margen de maniobra y conciliar la vida profesional y privada con más facilidad. Sin embargo, esta libertad tiene un precio: el teletrabajo, sobre todo el que se ejerce de forma liberal, supone que además de las competencias profesionales, el teletrabajador debe saber gestionar los clientes, realizar presupuestos y llevar la contabilidad.
Convertirse en teletrabajador
Lo importante es elegir una actividad que te guste pero sobre todo en la que seas competente. Si el teletrabajo es una manera sencilla de crear una actividad económica no hay que sobrestimar su puesta en marcha.
- ¿Quién puede convertirse en teletrabajador?
En principio, todo el mundo. En un contexto de trabajo con sueldo fijo, es posible proponer el teletrabajo a tu jefe. Se trata de una relación basada en la confianza entre las dos partes. Aunque hay que admitir que en España es una situación poco frecuente. Por eso, la mayoría de los teletrabajadores ejercen su actividad de manera autónoma. Por lo tanto, la actividad es satisfactoria para aquellas que quieran desarrollar su propio negocio: asalariada en reconversión, parada, jubilada, ama de casa...
- Definición de la actividad
El primer paso consiste en definir la actividad que vas a desarrollar. Todas las prestaciones inmateriales también se pueden conseguir mediante el teletrabajo: experiencia, consejo, prospección... El ámbito de la comunicación en general también se presta al trabajo a distancia: marketing, grafismo, desarrollo informático, publicidad, información...
- Elección de estatus
Durante la ejecución del teletrabajo en el contexto de una empresa, la asalariada está sumisa a unas reglas definidas por su contrato de trabajo y remunerada por su jefe. Sin embargo, si ejerce su actividad de manera autónoma, está remunerada directamente por sus clientes. En estos casos, la teletrabajadora debe extender una factura y crear una empresa. Esto no significa necesariamente que deba correr riesgos considerables: la forma de empresa individual es la mejor adaptada ya que limita el riesgo del emprendedor a su aportación desde el principio. Después debe proceder a realizar las gestiones administrativas y declaraciones obligatorias (Cámara de comercio, Hacienda...).
- Darse a conocer
Es el último paso y el más complicado. Para conseguir clientes se necesita una gran competencia comunicadora, que es lo que muchas veces desanima a los candidatos al teletrabajo. El desarrollo comercial, así como la negociación de contratos, no es natural para todo el mundo. Sin embargo, es imprescindible ya que ser autónomo significa, antes todo, crear una actividad que aporte más ganancias que las necesarias para producir la actividad.
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Consejos para una buena organización
- Es imprescindible crear un lugar de trabajo tranquilo y cómodo, correctamente equipado e iluminado. En la medida de lo posible, elige una habitación independiente y no el salón u otras habitaciones de la casa.
- Es importante hacer entender a los niños que no nos pueden molestar continuamente e incluso, si eres ama de casa, puedes tener una niñera durante algunas horas al día. Cierra la puerta y pídeles que no te molesten salvo en caso de emergencia.
- Otro punto imprescindible: fija un programa y atente a él, previendo una repartición equitativa para las tareas de la semana. Esto te permitirá organizarte mejor y cumplir con los plazos. Asimismo, recuerda que no porque tu oficina esté en casa tienes que trabajar 24 horas al día 7 días a la semana. Establece horarios de trabajo fijos y respétalos. Por ejemplo, de 9 a 18:30. Es la mejor manera de no dejarse invadir.