Principalmente, se distinguen dos tipos de memoria. Por un lado la memoria a corto plazo, que se ubica en nuestra corteza prefrontal. Esta memoria son los datos que guardamos por un corto periodo de tiempo para desarrollar la actividad que estamos haciendo en ese momento. Y por otro, una memoria a largo plazo que se localiza en el hipocampo y guarda datos de forma sin límite de capacidad por largos periodos de tiempo. Un recuerdo a corto plazo puede pasar a la memoria a largo plazo a través del proceso de consolidación, donde intervienen las emociones y la repetición.
En caso de tener mala memoria, no debes preocuparte. El cerebro es un órgano con mucha plasticidad y, gracias a ello, se pueden mejorar las habilidades cognitivas. Incluso después de lesiones cerebrales se pueden recuperar algunas conexiones neuronales. Pero la plasticidad funciona en los dos sentidos, esto quiere decir que es posible entrenar y desarrollar las diferentes funciones de memoria, pero también que si no se ejercitan, se debilitarán y perderán capacidad. Para entenderlo, puedes imaginar el cerebro como un bíceps; cuando se entrena, el músculo se desarrolla y su potencia hace posible más actividades, pero si dejamos de entrenar, el bíceps pierde su desarrollo. Conclusión: ¡trabaja la memoria!
Aparte de los ejercicios indicados por los psicólogos de TherapyChat que te comentaremos más adelante, una vida sana siempre favorece los procesos cerebrales. Por lo que, una dieta equilibrada, realizar ejercicio y respetar las horas de sueño te ayudará a la hora de recuperar la información necesaria.
También te recomendamos técnicas como el mindfullness que te ayudarán a concentrarte y a focalizar mejor aquello sobre lo que tienes que trabajar. Practícalas para tener una vida más tranquila y evitar que las preocupaciones te desconcentren.
Cómo te puede beneficiar el desarrollo de tu memoria
-La memoria de trabajo se relaciona con la creatividad
-Facilita la comprensión lectora
-Mejora la capacidad de resolución de problemas
-La buena memoria produce mejores resultados y favorece la autoestima.
Cómo tener buena memoria
Si te preguntas cómo tener buena memoria, hay dos tipos de recursos:
Ejercicios de memoria
1. El juego de las parejas. Recupera tu juego de pequeño que consistía en recordar dónde está la pareja igual entre una serie de cartas al revés. También puedes crear unas cartas nuevas con objetos o personajes que te gusten más que los que utilizabas entonces. Ejemplo: crear barajas con los personajes de nuestras series favoritas.
2. Números de teléfono. Marcar los teléfonos sin usar la agenda de, al menos, las 10 personas que más frecuentemente llames. Puedes mirarlos antes de marcar, pero debes teclearlos sin hacerlo. Finalmente, te los aprenderás. Antes, todos nos sabíamos de memoria entre 5 y 10 números de teléfono, ahora muchos de nosotros ni siquiera sabemos el fijo de nuestra casa.
3. Categorías. Una lista desordenada de palabras. Después se muestran diferentes categorías en las que tiene que incluir las palabras de la lista. Ejemplo de lista: pera, coche, avión, plátano, manzana. Solo se presentarán como clave para recordar, las categorías semánticas: frutas y medios de transporte.
4. Memoria de rostros. Ejercicio de memorización de fotografías de caras. Se presentan varios rostros y, después de ver una nueva serie, se presentan las fotografías anteriores entre otras muchas que no se habían visto. El objetivo es identificar el máximo número de caras.
5. Base de datos de nuestra afición. Lo más fácil para ser constantes en nuestros ejercicios es que estos nos reporten un beneficio. Por lo que, te proponemos que busques tu pasión y recuerdes cada día un dato nuevo sobre ese tema. Por ejemplo, si te gusta el vino, puedes recordar una marca, un tipo de uva, etc. y cada día debes memorizar los anteriores y uno nuevo. Además de ejercitar la memoria, serás el más preparado en la próxima cena de amigos.
Reglas mnemotécnicas
Cómo mejorar la memoria cuando algo se nos atasca. Podemos recurrir a las reglas mnemotécnicas que nos facilitan la tarea. Te presentamos algunas.
1. Regla de la Fábula. Se trata de inventar una historia excéntrica, que permita enlazar las palabras a memorizar. Cuanto más raro sea el cuento, mejor. En los exámenes de historia solíamos acordarnos de las anécdotas como que a Maximiliano I de Habsburgo le gustaban los melones.
2. Regla de la primera letra. Para recordar una lista de palabras formamos una frase sencilla con la inicial de cada palabra a recordar.
3. Regla longitud letras. Para recordar números largos asignamos a cada cifra una palabra que tenga ese número de letras creando una frase sencilla. Por ejemplo, el número 68932: "camisa arrugada vistiendo sin ti". También hay creadas muchas reglas mnemotécnicas para fórmulas matemáticas, físicas y químicas.
Tu psicólogo online puede ayudarte a encontrar los ejercicios más útiles para tus tareas y a ser constante en el entrenamiento.
Contenido elaborado por TherapyChat, servicio de psicología online.
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