¿Por qué interpretar sus dibujos?
El dibujo es un campo de expresión tan valioso como lo son el juego o la palabra. Un niño que dibuja es un niño que se porta bien. A través del dibujo, expresa sus temores, sus alegrías, sus sueños, sus penas... Esto te da igualmente pistas sobre las relaciones con el mundo y con las cosas. Pintar es una verdadera escapatoria, que permite al pequeño comunicarse. Así, lo que se que se representa en un dibujo es una estimación de su personalidad. Raros son los niños que no dibujan, y lo suelen evitar como reflejo de un trauma más o menos consecuente.
Elección del papel y de los colores
Un niño no elige por azar sus “herramientas”. A partir del momento en el que ha hecho la elección, se inclinará por estos o aquellos cuadernos, folios o lapiceros... Esta elección revela sus preferencias del momento, así como su personalidad. Por ejemplo, los lápices de punta gruesa y grasos son los favoritos de los niños decididos. Mientras que los que tienen más dificultades para expresarse o imponerse preferirán lápices de punta fina. El tamaño de la hoja elegida es una buena indicación sobre el lugar que desea tener en la vida en general. Se puede concluir así que, cuanto más grande es el formato más ganas tiene el niño de mostrarse, mientras que la elección de un tamaño pequeño mostrará que el niño tiene una buena concentración.
Interpretación de la repetición
Cuando el niño dibuja se siente libre para expresarse, y también para dar mensajes importantes, positivos o negativos; pero también para comunicar cosas intrascendentes. Por lo tanto, no se deben sacar conclusiones prematuras. La interpretación de los dibujos se hace con la repetición de los elementos como el color, las formas, en definitiva, los detalles recurrentes que permiten subrayar los síntomas.
Hablar del dibujo
No es recomendable embelesarse sistemáticamente delante de los dibujos de tus niños, porque según Françoise Dolto, médica pediatra y psicoanalista francesa, el niño no busca forzosamente un cumplido. Según ella, lo que le interesa es hablar de su dibujo. Hazle entonces preguntas acerca de lo que representa esto o lo otro, y lo esencial es siempre hablar de su creación. En el caso de que no hable de ello, no hay que forzarle a que lo haga, ya que eso siginificaría que para él eso no tiene ninguna importancia.
Algunos signos sintomáticos
El análisis de un dibujo de un niño requiere del trabajo de los especialistas. Sin embargo existen signos que pueden alertarte:
- Una impresión de malestar recurrente en los dibujos.
- Faltan ciertas partes de personajes sistemáticamente.
- Los ojos están bizcos o huecos.
- Los tachones son anormales.
- Las zonas oscuras o ennegrecidas son excesivas.
- Los dibujos son minúsculos y delimitados en un espacio reducido.
- El niño rechaza sistemáticamente dibujar o rompe sus dibujos.
- Se repiten los mismos dibujos a lo largo de los meses.
- Las figuras están vacías.
- Las formas no están cerradas.
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Por el contrario, las escenas violentas, o la aparición de órganos genitales no son forzosamente signos inquietantes. Siempre y cuando no se repitan de manera obsesiva.