El Trastorno de personalidad Antisocial (TPA) es una patología psiquiátrica que hace que las personas que la padecen no sean conscientes de la importancia de las normas sociales o sean incapaces de mostrar empatía ante el estado de ánimo de quienes le rodean. En la mayoría de los casos, la sociopatía se detecta en la adolescencia y sus síntomas puedes acentuarse con el paso del tiempo.
¿Cómo detectar a un sociópata?
- Poseen un encanto superficial: parecen ser encantadores, pero son encubiertamente hostiles, humillantes y dominantes.
- Manipulador: nunca reconocen los derechos de los demás y consideran permisibles sus comportamientos egoístas.
- Grandiosidad y narcisismo: sentimientos de superioridad continuos.
- Mentira patológica: no tiene ningún problema de mentir fríamente y fácilmente con una seguridad y credibilidad pasmosa.
- Falta de remordimiento, vergüenza o culpa: no se sienten ni muestran ningún signo de debilidad y vulnerabilidad.
- Emociones superficiales: Cuando muestran lo que parece ser calor, alegría, amor y compasión, es más fingido que experimentado y sirve un motivo ulterior.
- Incapacidad para el amor, no saben lo que es el amor, la entrega, y la ayuda a otros.
- Necesidad de estimulación: viviendo al límite. Los estallidos verbales y los castigos físicos son normales. Promiscuidad y juego son comunes.
- Sin empatía: Incapaces de empatizar o conectar con el dolor de sus víctimas, teniendo sólo desprecio por los sentimientos de angustia de los demás y aprovechandose fácilmente de ellos.
- Impulso y rabia: la rabia y el abuso, alternando con pequeñas expresiones de amor y aprobación producen un ciclo adictivo para el abusador y abusado, así como crear desesperanza en la víctima.
- Comportamientos aberrantes hacia personas, animales, situaciones.
- Comportamiento sexual: desenfreno, abuso, juegos, promiscuidad.
¿Cómo actuar ante un sociópata?
Si a lo largo de tu vida te cruzas con un sociopata, lo más recomendable es que no intentes disuadirlo, ni empatizar con él. Intenta tener conversaciones neutrales, pero no entres en juicios de valor ni emocionales. Evita abrir tus sentimientos ante él/ ella porque le resultará muy difícil ponerse en tu piel o entender cómo te sientes.
Artículo elaborado en colaboración con Enrique Jurado, coach y Director de D'Arte Coaching.
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