Definir a las personas felices con solo palabras resulta complicado, porque más que la felicidad en si misma, según los expertos, lo que determina el grado de satisfacción de un individuo son unos rasgos psicológicos y emocionales equilibrados, a pesar de cualquier desafío, pensamientos negativos o circunstancia en la vida, por difícil que parezca.
En general, una persona que no tiene "problemas", se le considera emocionalmente sana, en equilibrio y que presenta unos rasgos psicológicos sanos. ¿Cuáles son las peculiaridades de las personas que presentan bienestar y alta autoestima en todo momento? Para empezar, hoy nos enfocamos en las palabras del psiquiatra, experto en el área de la salud mental, y específicamente, en la psicología de las emociones, la autoestima y la gestión del estrés, Enrique Rojas, quien define a grandes rasgos a las personas felices.
Tal y como asegura este experto, dos de los grandes rasgos son:
1. tener una personalidad equilibrada: haber conseguido alcanzar una cierta armonía entre sus distintos componentes.
2. tener un proyecto de vida a base de cuatro ingredientes principales: amor, trabajo, cultura y amistad. Para este experto, "La felicidad consiste en la interpretación positiva de nuestra realidad" y dice que "la infelicidad, por el contrario, es un sentimiento negativo de encontrarnos mal con nosotros mismos al comprobar que los dos puntos anteriores, la propia personalidad y el programa de vida no ha funcionado bien".
De esta forma, una persona feliz tiene "buena salud y mala memoria", agrega.
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7 rasgos psicológicos de una persona que no presenta problemas
Además, de esos dos rasgos genéricos, las personas que se presentan satisfechas, felices y "sin problemas" presentan estas actitudes:
1. Autoconciencia
- Conocimiento de sí misma: Sabe quién es, qué le gusta, qué le motiva y qué valores son importantes para ella, además de tener una visión clara de sus fortalezas y debilidades.
- Gestión emocional: Reconoce y comprende sus emociones, lo que le permite manejarlas de manera saludable. No se deja abrumar por la intensidad de sus sentimientos, sino que los regula.
2. Estabilidad emocional
- Resiliencia: Se enfrenta a las adversidades con actitud positiva y es capaz de recuperarse de situaciones complejas sin quedarse atrapada en ellas por mucho tiempo.
- Tolerancia a la frustración: Sabe cómo manejar el estrés sin caer en reacciones exageradas o extremas, es segura de sí misma y no presenta conductas destructivas.
3. Relaciones interpersonales:
- Es una persona que presenta empatía, y establece límites saludables: Sabe cuándo decir "no" y defender su espacio emocional sin sentirse culpable ni egoísta.
4. Confianza en sí misma
- Autoestima positiva: Se valora a sí misma y tiene una visión positiva de sus capacidades y logros. Sabe que merece ser tratada con respeto y dignidad.
- Autonomía: Toma decisiones por sí misma, sin depender excesivamente de la aprobación o de la influencia de los demás.
5. Actitud positiva y optimista
- Visión optimista: Mantiene una actitud positiva frente a la vida, esperando lo mejor, pero también estando preparada para lo inesperado.
- Gratitud: Valora lo que tiene y muestra agradecimiento por las cosas buenas de su vida, lo que contribuye a un mayor bienestar emocional.
6. Capacidad de adaptación
- Flexibilidad: Puede ajustarse fácilmente a cambios o situaciones nuevas sin sentirse excesivamente incómoda o preocupada.
- Solución de problemas: Enfrenta los retos con una mente abierta y busca soluciones prácticas y efectivas para superarlos.
7. Sentido de propósito
- Metas claras: Tiene objetivos y aspiraciones que le dan dirección y motivación en la vida. Estas metas pueden ser tanto a corto como a largo plazo.
- Satisfacción en la vida: Se siente generalmente satisfecha con la vida que lleva, a pesar de los desafíos que pueda enfrentar.