Sarah Ward y Benn Smith querían fundar una familia desde hacía años, pero ella no lograba quedarse embarazada. Pensando que era estéril, Sarah pensó en dejar de intentarlo cuando de repente, su médico le anunció que estaba en estado. En junio de 2013, daba a luz a un adorable niño al que llamaron Freddie.
Persuadida de que el milagro no volvería a producirse, Sarah decidió no utilizar ningún método anticonceptivo. Imaginaos cuál fue su sorpresa cuando le anunciaron que iba a tener trillizos, tan sólo 8 semanas después de su alumbramiento. "Me quedé en estado de shock, apenas me había recuperado del parto de Freddie... Incluso aún llevaba ropa premamá", confiaba Sarah al diario DailyMail, casi sin creérselo, pero muchísima ilusión.
Unos padres la mar de felices
Los trillizos de Sarah y Benn llegaron antes de lo previsto. La joven madre dio a luz a Stanley, Reggie y Daisy a las 33 semanas de embarazo. Esto supuso que los recién llegados sólo se llevaran 9 meses con su hermanito mayor. Hoy en día Sarah, de 29 años, es feliz con su nuevo trabajo de madre a tiempo completo. "Utilizamos una media de 175 pañales y preparamos unos 80 biberones a la semana", comenta. "Pensé que no tendría hijos y en menos de un año tengo familia numerosa. ¡Soy la madre más feliz del mundo!" decía al DailyMail. Una bonita historia que podría dar esperanzas a muchas parejas que siguen buscando ser padres.
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