Uno de los deseos de esta joven pareja era recordar a su pequeña para siempre y por ello decidieron realizar una sesión fotográfica familiar muy especial. Entre la mantita se ve el piececito de la pequeña que se encuentra en brazos de su madre. La joven pareja la mira embelesada. Todo esto sería una estampa totalmente normal de un alumbramiento pero en este caso, tiene una parte más siniestra, y es que el bebé estaba muerto.
Según asegura el periódico El Correo, Emily sabía que algo no iba bien cuando se dio cuenta de que no sentía a su hija. Todavía no había salido de cuentas, así que preocupada acudió al hospital y allí le confirmaron la peor de las noticias, el bebé ya no tenía vida. El cordón umbilical se había enrollado en su cuello. Le fue practicada una cesárea de urgencia y lejos de borrar el suceso de su memoria tanto Richard como Emily quisieron guardar para siempre un recuerdo de su bebé.
Lindsay Villatoro fue la encargada de realizar una sesión fotográfica de lo más especial: "La foto del bebé y sus padres se tomó para que quedara reflejado el precioso bebé que habían creado y celebrarlo antes de darle un último adiós", afirma la fotógrafa, quien ha publicado estas instantáneas en su página web: "con el consentimiento de los padres".
Antiguamente sí que se realizaban este tipo de instantáneas, que llevaban por nombre "memento mori", y que en el mundo del arte hacían referencia a la fugacidad de la vida. Aunque podemos imaginar que perder un hijo, en este caso un bebé, es una de las peores cosas que te pueden pasar en la vida, nos ha chocado muchísimo ver estas imágenes, entre bellas y espeluznantes. Un recuerdo para la eternidad de algo que ni siquiera fue efímero. Nos gustaría saber qué opinas tú. ¿Qué te parece la decisión de estos padres? Si te ocurriera a ti ¿qué harías?
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