Queridos futuros padres:
Me gustaría decirte que no tienes ni idea, ni la más remota idea de lo que estás haciendo.
Estoy encantada de ser madre. De verdad. Mis tres dulces hijos me dan – junto a algunos dolores de cabeza – infinita felicidad e inmenso orgullo. Me encanta ser "mamá". Los besos y abrazos nunca son suficientes (aunque a veces vengan acompañados con mocos). Me encanta ver crecer su mente, adoro participar en el desarrollo de su inteligencia y en la construcción de estos aspirantes a adultos. Es un desafío y una misión que me llena de alegría.
Pero a pesar de estar enamorada de mis hijos y de que me encante la maternidad, la verdad es que también siento nostalgia por aquellos tiempos en los que solo tenía que cuidar de mí misma durante el día. Si alguien afirma que tu vida será la misma después de tener un hijo, simplemente miente.
Honestamente, todo cambia. Absolutamente todo. Desde la forma en que piensas, hasta la forma en la que interactúas con el mundo y las personas que te rodean. Cada decisión que tomas con respecto a tu trabajo, el lugar donde vives y la comida que comes, adquieren una nueva importancia. Todo tiene un significado más profundo, cada movimiento tiene un significado nuevo.
Lo curioso es que entrarás en esta nueva existencia con impaciencia y sin preocupaciones, mientras tu vida entera está en un estado de turbulencia. Por supuesto, a veces recordarás cómo era tu vida antes de que estas pequeñas personas se convirtieran en los dueños de tu vida. Pero nunca podrás volver.
Por lo tanto, antes de que todo eso ocurra y vuestras vidas se vuelvan extremadamente complicadas (y tremendamente hermosas), tengo algunos consejos para vosotros, queridos futuros padres. Aquí hay algunos placeres simples de la vida que tenéis que disfrutar absolutamente mientras podáis. Porque en unas pocas semanas, meses o años, las actividades aquí mencionadas desaparecerán completamente de vuestros horarios.
1. Ver una película
2. Escuchar rock o rap (o cualquier tipo de música) muy alto en el coche
3. Comer en un restaurante que no tenga puré de patata o carne picada en el menú
4. Tomar una siesta durante un vuelo
5. Salir después de las 9
6. Utilizar el móvil, la tablet o cualquier otro dispositivo electrónico sin tener que ocultarlo (o esconderlo después de usarlo)
7. Utilizar la palabra 'mierda' dónde y cuando quieras
8. Salir de casa solo con las llaves y la cartera
9. Leer un libro
10. Disfrutar de tu tiempo libre después del trabajo (ser padre significa trabajar 24/7)
11. Tener sexo durante el día
12. Tener sexo
13. Pensar solamente sobre tu tránsito (durante algunos meses estarás obsesionada con el de tu bebé)
14. Tener amigos sin hijos
15. Comer galletas a plena luz del día o no como si estuviera haciendo algo prohibido o malo
16. Usar el paraguas para ti misma
17. Estar enferma y quedarte en la cama todo el día
18. Ver lo que quieras en la tele
19. Llevar ropa blanca
20. Hacer pipí con la puerta cerrada
21. Pasar el fin de semana acurrucada mientras ves tus programas o series favoritas
22. Disfrutar de una existencia que no gira alrededor de los fluidos corporales
23. Hacer la compra en menos de 1 hora
Estoy convencida de que algún día volveré a usar ropa blanca. Voy a ser capaz de dormir en el avión, roncar y babear. Estar en el sofá y ponerme al día con los capítulos de Cómo conocí a vuestra madre que nunca pude ver.
Hasta que llegue ese día, viviré a través de ti. Y cuando sea tu turno, me reiré en alto mientras disfrutas estos maravillosos momentos con tus hijos tanto como yo los estoy disfrutando ahora.
Una mamá feliz
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