Si tomar té con pastas ya es una delicia, imagina acompañarlo de aperitivos dulces y salados inspirados en algunas de las joyas más espectaculares de Bvlgari. Esa es la propuesta del hotel Gran Meliá Palacio de los Duques, una ceremonia del té donde las joyas de la exposición "Bvlgari y Roma", celebrada en el Museo Thyssen-Bornemisza, son las protagonistas. Desde aquí te proponemos un plan redondo en Madrid en el que podrás combinar moda, lujo y gastronomía. ¿Te apuntas? Te contamos todos los detalles.
© Gran Meliá Palacio de los Duques
El itinerario comienza en el Museo Thyssen- Bornemisza, en el número 8 del Paseo del Prado de Madrid. Adentrarse en la historia de la firma italiana es muy sencillo en esta exposición. Las 140 piezas de la colección Heritage de Bvlgari (algunas de las cuales pertenecieron a Elizabeth Taylor o Anna Magnani) se alternan con pinturas, dibujos, esculturas y fotografías de la ciudad de Roma. Obras de artistas como Canaletto o Gaspar van Wittel, que consiguen evidenciar todas las conexiones simbólicas y artísticas de la ciudad con la firma. Durante décadas, puntos característicos de la capital italiana como el Coliseo, la escalinata de la plaza de España o las fuentes de la piazza Navona han servido de inspiración para la creación de collares, pulseras, broches y pendientes de Bvlgari. Un espacio que hará las delicias de los apasionados de la joyería y que, gracias a su ambiente único, conseguirá conquistar incluso a aquellos que no lo son.
Un viaje ya de por sí exquisito, que puede serlo más si se culmina con una rica merienda inspirada en la exposición y diseñada por el equipo del chef Sergio Navas. Para ello nos desplazamos hasta el número 5 de la cuesta Santo Domingo de Madrid. Allí, en el espacio Coroa Gallery Lounge & Gardens del hotel, podremos disfrutar de la experiencia TeArt de Bvlgari todos los días de 18.00 a 20.00 horas.
"Quisimos que el impacto visual fuera el de un regalo. Tenía que ser un amor a primera vista", explica Jaime Villanueva, chef ejecutivo del hotel. Y justo eso es lo que han conseguido. La puesta en escena es todo un obsequio, un joyero envuelto con un lazo de seda de Bvlgari, que se despliega en tres pisos y ofrece diferentes aperitivos. Desde bombones que hacen la función de diamantes sobre una impresión en relieve de uno de los collares de la exposición hasta macarons que reproducen dos de los relojes de la firma. Sin olvidar los aperitivos salados, que también tienen su espacio en el tercer compartimento del joyero. ¿Se te está haciendo la boca agua? Puedes darte este capricho por 35 euros o por 45 si añades una copa de cava. ¡A disfrutar!
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