Es inútil negarlo: el pan pasado no está tan bueno como el pan del día. Es una verdad como un templo, porque etsá más seco, pasado, compacto y duro. En definitiva, no hay nadie que prefiera comer pan del día anterior si tiene la posibilidad de comprarlo de ese día, especialmente si hay múltiples opciones disponibles para desayunar, como los cereales, las galletas o los bollitos.
Ya son varias las ocasiones en las que el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) ha indicado que los productos derivados del pan son los alimentos que más se tiran en general, no en las panaerías, supermercados o grandes superficies que dipongan de ellos, sino en los hogares de muchas partes del mundo.
Para acabar con esta tremenda tendencia, te proponemos una serie de recetas con las que evitarás tirar el pan que te sobra cada día a la basura, de modo que podrás aprovechar cada miga de pan que entre en tu casa. ¡Sigue leyendo!
Tres consejos para evitar tirar el pan
Que el pan se conserve bien durante un número determinado de días no siempre está a nuestro alcance, porque depende en gran medida del proceso de elaboración del mismo: desde que se prepara la masa y los ingredientes con los que se hace hasta el método de cocción del lugar que hayas elegido para comprarlo. Por ello, te damos algunos consejos para que pienses qué es más rentable para ti y tu economía.
1. Opta por el panadero del barrio en lugar de las grandes superficies que te instan a llevarte sus productos con eslóganes como "Horneamos pan fresco para ti todos los días". Esa es, sin duda, una de las frases que te pueden convencer para comprarlo allí, pero tienes que pararte a pensar un momento antes de hacerlo.
Sin embargo, como la mercancía que ofrecen ha estado almacenada y congelada durante un tiempo indeterminado, lo ideal es que pusieran en conocimiento del consumidor la siguiente realidad: "Horneamos pan varias veces al día". Al final, el pan barato te sale caro, puesto que no tiene ni de lejos la calidad del que puedas obtener de una panadería de confianza.
2. Valora tu situación personal. No estamos diciendo nada en sentido filosófico, sino que debes de hacer uso del sentido común dependiendo del número de personas que seáis en casa. Este es uno de los grandes pecados en los hogares de solteros y solteras, puesto que en raras ocasiones se le da oportunidad a una barra de pan normal.
Siempre sobra media y esa es la que decidimos congelar... Pero, cuando lo descongelamos, ya no tiene el mismo sabor y, por ello, lo acabamos desperdiciando. Por no hablar de que el tamaño del congelador siempre se nos queda pequeño en estas ocasiones. Por tanto, es mejor comprar una baguette pequeña o de un tamaño menor que cortarla por la mitad y acabar tirándola a la basura. ¿Estás de acuerdo?
3. Compra el pan sin cortar. Compra tu pan de una sola pieza, que no te lo corten en rebanadas. Si lo hacen, la corteza y la miga entrarán en contacto con el pan y se secará más rápido. Ten en cuenta este aspecto también si te gusta el pan de molde, ya que las rebanadas pueden quedarse iual de tiesas. Además, ten en cuenta que, cuanto más fína sea la corteza, el pan se pondrá duro con mayor velocidad.
¿Cómo debo conservar el pan?
Para mantener el pan fresco el mayor tiempo posible, primero debes almacenarlo en un lugar seco. Así, sácalo del plástico con el que lo has comprado y envuélvelo en papel de aluminio. Éste no permite que el oxígeno llegue al producto, por lo que debes de tener cuidado, ya que evita que se seque pero de este modo puede aparecer moho.
La nevera tampoco es el lugar adecuado para conservar el pan, aunque es cierto que puede durar más tiempo. Sin embargo, la humedad lo deja correoso y blando. Esto se debe a que el pan expulsa su agua. Como única excepción, puedes dejarlo en el congelador guardado en una bolsa hermética de plástico y nunca de papel, ya que en el momento de la descongelaicón quedará más seco. Lo ideal es que no supere los tres meses.
Lo puedes guardar en una caja de madera o, incluso, en un recipiente de barro que no esté esmaltado por dentro y, a ser posible, que tenga agujeros para que el pan respire durante el tiempo que permanezca sin consumirse fuera de la nevera.
Para que se conserve de forma óptima, debes limpiar el recipiente que elijas una vez por semana con agua y vinagre, así como retirar las migas con regularidad para que no contamine el resto del alimento.
Tostadas de pan blanco
Los tipos de pan ligero, como el pan de trigo, son particularmente adecuados para estas recetas, ya que tienen un sabor más bien neutro una textura más suave. La preparación de los siguientes platos son muy sencillas y sorprendentes, seguro que alguna te encaja para uno de estos días.
Ingredientes:
- 2 rebanadas de pan blanco que no sea del día
- 1 huevo
- 250 ml de leche
- 50 g de mantequilla
- 1-2 cucharadas de azúcar (o miel)
- Canela (la cantidad que quieras)
Primeor, debes romper el huevo en un tazón limpio y batirlo con la leche. Añade canela y azúcar. Después, remoja el pan en la mezcla por ambos lados. Por otro lado, derrite la mantequilla en una sartén y fríe las rebanadas de pan a fuego lento hasta que se doren.
Una vez tengan el color adecuado, sírvelas con fruta, jarabe de arce o con yogur. ¡No querrás dejar de comerte este preciado bocado!
Ensalada con tostones
El pan de trigo y el pan integral tienen un sabor más fuerte y combinan perfectamente con platos que tienen la capacidad de saciar el estómago. Puedes, por ejemplo, tostar el pan de ayer y servirlo con una sopa como si fueran tropezones (elaborando tostones de pan frito casero), o bien, puedes probar a preparar una ensalada de pan crujiente, muy apetecible ahora que acaba de empezar la primavera.
Ingredientes:
- 3 rebanadas de pan integral
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 250 g de tomates cherry o de ensalada
- 1 pepino
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- 2 tallos de perejil fresco
- Sal y pimienta
Para empezar, debes recalentar el horno a 150 grados, más o menos. Mientras va cogiendo calor, corta el pan integral en trozos pequeños y extiéndelos sobre una bandeja (nunca directamente, coloca antes papel para hornear). Añade unas gotitas de aceite de oliva e introduce la bandeja en el horno hasta que el pan se dore.
Mientras tanto, lava el pepino y los tomates. Corta los tomates por la mitad y haz lo mismo con el pepino. La cebolla, mejor en dados. Introdúcelo en la ensaladera o en el recipiente que más te apetezca. Después, enjuaga el perejil, sécalo y pícalo. Pica también el ajo y mézclalo con el perejil y el aceite para hacer el aderezo. Por último, sazónalo con sal y pimpienta.
En cuanto a los tostones de pan, retíralos del horno cuando estén bien dorados y crujientes y deja que se enfríen antes de echarlo sobre el resto de ingredientes de la ensalada. Para terminar, extiende el aderezo de AOVE, ajo y perejil sobre el conjunto.
Bolitas de mozzarella crujientes
Ingredientes:
- 1 mozzarella
- 6 rebanadas de pan de molde sin corteza
- Leche
- 4 huevos
- Sal
- Migas de pan
- Aceite vegetal o de girasol para freír
Escoge un recipiente grande añadir las rebanadas de pan de molde sin corteza. Antes de eso, mójalas en leche y, una vez estén en el recipiente, añade los huevos y remueve todos los ingredientes para que queden bien integrados.
Para hacer las bolitas de mozzarella, primero coge una porción considerable de la mezcla y añade un trozo del queso con el objetivo de que la mezcla lo rodee por completo. Una vez hecha la bola, méclalo con huevo y después con pan rallado.
¡Llega el momento de freírlas! Para eso, escoge una sartén grande y añade el aceite vegetal o de girasol de modo que cubra casi por completo las bolitas que has preparado. Una vez fritas y bien doradas, sácalas de la sartén con cuidado y colócalas sobre un plato para que escurra el aceite. Puedes darles pequeños toques con un trozo de papel de cocina para eliminar el aceite sobrante. Et voilà!
Pudin de pan
Los panecillos tampoco saben tan bien cuando están duros y secos. Pero eso no quiere decir que los tengas que tirar, porque puedes hacer un delicioso pudín de pan con ellos. Si no dispones de panecillos en casa, puedes adaptar esta receta a otros bollos o pasteles que tengas a mano, como el brioche o la trenza de levadura o de hojaldre.
Ingredientes:
- 400 g de panecillos
- 600 ml de leche
- 3 huevos
- 75 g de azúcar glas
- 1 sobre de azúcar de vainilla
- 1 pizca de sal
- 300 g bayas (pueden ser frescas o congeladas)
Primero, tienes que precalentar el horno a 180 grados de temperatura y engrasar una cazuela con un poquito de mantequilla o una gota de aceite. Rompe los bollitos en trozos pequeños y colócalos en un bol con 400 ml de leche fresca.
Mientras se empaman, bate la leche restante con huevos, azúcar y sal en una batidora. Descongela las bayas si las has elegido así (si están frescas no es necesario, claro). Coloca la cacerola en un recipiente de mayores dimensiones y llénalo de agua para realizar un baño María. Depsués, introduce ambos recipientes en el horno y déjalos reposar durante 40-45 minutos.
Consejo: Si quieres, puedes espolvorear el pudín de pan con azúcar glas y servirlo con salsa de vainilla. También puedes untar las capas individuales con pasas o trocitos de chocolate.
Patatas fritas de pan
La baguette y el pan de chaspata pueden usarse para hornear trozos de pan con un punto picante. La regla aquí es: cuanto más finas cortes las rebanadas, más crujientes serán las patatas que obtendrás como resultado final. Puedes condimentarlas como quieras, aunque te recomendamos que pruebes con el pimentón en polvo. ¡Te encantará!
Ingredientes:
- 1 baguette que no sea del día
- 80 g de mantequilla
- 1 diente de ajo
- 1 puñado de hierbas aromatizantes, como albahaca o basilisco.
- Sal y pimienta
Lo primero que debes hacer es derretir la mantequilla en una sartén. Después, pela un ajo y añádelo a la sartén. Corta el pan en rodajas muy finas y fríelo por ambos lados para que quede bien impregnado de la mantequilla y el ajo.
Depsués, sazona el pan con la albahaca, la sal y la pimienta. Deja que las "patatas" se enfríen y ¡adelante!
Otras ideas para reciclar el pan del día anterior:
- Migas
- Albóndigas
- Pastel de carne
- Bizcochos
- Paninis caseros
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