Nuestro primer recuerdo de algo parecido al rainbow food nos hace viajar en el tiempo a algún verano de principios de los 90. Era una asfixiante tarde de agosto y necesitábamos una heladería. De repente, ahí estaba él: un letrero que nos prometía un delicioso helado con sabor a chicle y que tenía todos los colores del arco iris. Puede que incluso alguno más.
Si tú también fuiste una de esas niñas que no pudo resistirse a probarlo, a pesar de la decepción que vino después, estas imágenes te van a encantar:
Como ves, no hay nada imposible en la tendencia rainbow food. Desde teñir cada uno de los granos de arroz que forma una pieza de sushi hasta comernos una ensalada de pasta en la que cada tallarín tiene una tonalidad diferente y flúor, por supuesto. Una de las últimas novedades en este tipo de comidas han sido unos sorprendentes sándwiches en los que -absténganse de seguir leyendo las amantes del queso- este ingrediente adquiere todos los colores que te puedas imaginar.
Para las golosas empedernidas, esta tendencia también guarda un as bajo la manga. ¿Has probado alguna vez a añadir colorante al bizcocho de toda la vida? ¿Y qué nos dices de las tortitas para el desayuno en colores azules, amarillos, violetas y rosas? Así, el subidón de energía mañanero debe ser inmediato...
Tenemos que reconocer que nosotras aún no hemos probado ninguna de estas recetas pero algunas de ellas han conseguido despertar nuestra curiosidad. ¿A ti te parecen apetitosas o preferirías no probarlas nunca?
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