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El pequeño de la saga de los Roca y encargado del punto dulce del restaurante El Celler de Can Roca, un establecimiento con tres estrellas Michelín y nombrado mejor restaurante del mundo por la prestigiosa revista británica The Restaurant, es sencillo y cercano. Dice que el título recibido el año pasado, le llena de orgullo e ilusión pero nada más, "la responsabilidad era la que tenía antes: hacerlo lo mejor posible".
Cada día, Jordi trabaja mano a mano con sus hermanos, Joan y Josep, chef y sommelier respectivamente, en El Celler de Can Roca. Una convivencia familiar y profesional que Jordi afronta con naturalidad. "Es la manera de aunar una vida familiar completa con un oficio que es muy exigente. Para bien y para mal, estamos todos juntos". En su día a día, los tres hermanos viven entregados al restaurante y comen cada mediodía en el Can Roca, el restaurante familiar donde comenzó la pasión culinaria de los tres hermanos. "Cada día hay un menú distinto y es un privilegio comer en casa de mamá", afirma.
Este mismo mes ha publicado su libro, Cocina en casa los postres de Jordi Roca, en el que nos encontramos con una buena selección de los mejores postres del chef, escogidos para que resulten sencillos. Este recetario nos sorprende con una cuidada presentación con fotografías de Becky Lawton, una de las fotógrafas gastronómicas más importantes de la actualidad. "Se trata de postres al alcance de todos, depende de las ganas que uno tenga, todos ellos se pueden hacer".
A punto de terminar nuestra charla, nos entra la curiosidad por saber si Jordi Roca es un apasionado de las recetas que él mismo prepara y, aunque confiese que ser 'postrero' lleva implícito el gusto por los dulces, no es especialmente goloso. Además, termina contándonos que el postre favorito del mejor chef repostero del mundo son, nada más y nada menos, que las fresas con nata. ¿Te lo esperabas?
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