Seguro que has escuchado todas estas frases cuando eras pequeña y, tarde o temprano, has acabado por comprender que no eran más que mentiras. Sin embargo, ahora tú también eres mamá, y no dudas en emplear las mismas mentirijillas que te decían a ti con tus hijos. Muchas veces te sientes mal porque, en el fondo, sabes que mentir no está bien, aunque es un camino más fácil para conseguir tus propósitos y lo más importante de todo, ¡sabes que lo haces por el bien de tus hijos!
Pero confiésalo, a veces también lo haces por una cuestión de supervivencia, quizá tienes prisa o quieres evitar situaciones más complicadas pero eso no quita ¡que seas la mejor mamá del mundo!. Aquí tienes 16 ejemplos que seguro que te son bastante conocidos.
1. "Cómete el puré si quieres crecer"
Sabes que ese puré no hará que sus huesos crezcan, pero tu paciencia ya se ha agotado y no te apetece hacer el avioncito o negociar cada cucharada. Además, quieres que tu hijo aprenda los beneficios de las verduras, incluso si es con un puré.
2. "Si te portas mal los Reyes Magos no te van a traer nada"
Ya no puedes seguir repitiéndole que se ponga los zapatos porque es la hora de irse. Vale, quizá sea caer demasiado bajo pero esa mentira nunca falla. Lo malo es que acaba quedándose obsoleta, pero tienes tiempo para pensar en una nueva.
3. "¡Ya voy!"
¡Mira, mamá! ¡Mira, mamá! y así en bucle... Cuando tu hijo te llama 5 veces para enseñarte algo que puede esperar. Es solo una forma de ganar tiempo (sabes que tu hijo tolera varios "¡Ya voy!" antes de ponerse como un loco). Para ti, esa frase significa "iré cuando termine mis cosas".
4. "Si te pones bizco te quedarás así"
No soportas que ponga esa cara con lo guapo que es. Como ya no guardas ninguna esperanza de que esté peinado y bien vestido más de 30 minutos has puesto toda tu atención en su cara.
5. "¡No lo sé!"
Cuando tu hijo se pasa el rato diciendo "¿por qué?" cuando tú estás ocupada con otra cosa. Lo sabes, pero no tienes ganas de responderle (o no estás segura de la respuesta) así que tendrías que reflexionar y no te apetece, o no quieres darle la larga explicación que necesitaría para entenderlo.
6. Ya llegamos
La solemos utilizar cuando viajamos (en el coche, tren, avión...) o cuando damos un paseo largo. La verdad es que ya no puedes seguir jugando al "veo o veo" ni a las "palabras encadenadas", ¡y como vuelvas a escuchar ese disco una vez más te vas a volver loca! En realidad, "ya llegamos" significa que llegaremos en un periodo de tiempo indeterminado que depende del que lo diga. 10 minutos, 5 horas... ¡Lo importante es que tú misma te lo creas!
7. Ya veremos...
Es la frase que suelen decir las mamás cuando el niño se pone muy pesado con algo. Ese "ya veremos" te sirve para ganar algo de tiempo. ¿El niño quiere ir a la piscina, al Mcdonald's y al cine mañana? Es el momento de utilizar el "ya veremos", que significa que le das una pizca de esperanza y consigues algo de tranquilidad hasta mañana. Pero dentro de ti sabes la verdad: mañana le dirás que no.
8. "Volveremos otro día"
Cuando tu hijo no se quiere ir de la piscina o de la casa de su mejor amigo. No lo sabes. Puede ser que efectivamente "volváis otro día", pero no es ninguna promesa. Solo te sirve para calmar al niño y llevártelo sin que monte una escena. Cuidado con lo de "otro día"; porque puede ser que el niño te haga especificar.
9. "No duele nada, ya verás..."
Sí duele y el niño pasará un mal rato. Pero si se lo dices será un verdadero infierno conseguir que se meta en el coche. También a ti te dijeron que no te iba a doler cuando dieses a luz y funcionó, y fue gracias a esa mentira por la que tu hijo está en el mundo. Si no, nunca habrías aceptado sacarle de la barriga. ¡Si es que te debería dar hasta las gracias!
10. "Si no estás listo a la de tres, me voy sin ti"
Es una frase mágica cuando el niño se niega a obedecer. ¡Jamás en la vida te irás sin él! Solo con imaginarlo, te dan escalofríos. Pero bueno, mientras él se lo crea, sirve. El problema llegará el día en el que no se lo crea y te diga: "vale, vete sin mí". ¡A ver qué se te ocurre!
11. "Sé que mientes porque haces un gesto raro con la nariz"
Lógicamente, su nariz no se mueve pero te viene bien que tu hijo se crea que tienes un poder especial para detectar mentiras para que no lo vuelva a repetir. Tú tienes derecho a mentirle, ¡pero él a ti no!
12. "Si te haces pis en la piscina el agua se pondrá amarilla"
Quieres que sea limpio pero dudas de su respeto por las normas de higiene. Por eso, te decantas por disuadirlo con el miedo a la humillación. Funcionará hasta que se haga pis por primera vez.
13. "Si te comes las uñas te vas a poner malito"
No te gusta que se ponga nervioso y se muerda las uñas hasta dejarse los dedos destrozados. Y como todavía tienes influencia sobre él, aprovechas para decirle lo que tú ves como una mentira piadosa.
14. "¡Qué dibujo tan bonito!"
Del revés y entornando los ojos podría parecer un dibujo mono. Pero en realidad, no es lo que se dice bonito. Creativo sí y colorido, pero no estético.
15. "No me pongo el collar que me regalaste para no romperlo"
Este collar hecho con lentejas tiene muchísimo valor sentimental, pero... como que para ponértelo y salir a la calle, ¡no!. Al menos puedes dejarlo expuesto en el salón durante un tiempo para no herir sus sentimientos.
16. "Como no te duermas vendrá el coco (o el hombre del saco)"
Es una de las míticas y es que nuestros padres ya nos las decían a nosotras. Es la gran frase para esos momentos en los que los niños no se duermen o no se quieren ir a la cama ni a la de tres. ¡Infalible!
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