Aproximadamente el 73% de los niños de 4 a 12 años experimentan miedo durante la noche, y más del 30% de los niños tiene trastorno de ansiedad a la hora de ir a dormir. Y es que algunos niños, pueden encontrar la separación nocturna de sus padres muy angustiante. Aunque para el sano desarrollo cognitivo del niño, la mayoría de los miedos nocturnos son parte integrante del desarrollo normal; el estrés, el malhumor y el cansancio que sienten los padres por la falta de sueño, puede dificultar encontrar una solución.
¿Que duerman solos hace que los niños tengan más miedo?
Los niños necesitan ayuda para hacer frente a los temores nocturnos. Si a los adultos ya nos cuesta lidiar con el miedo y la ansiedad, y muchas veces nos sentimos solos, amenazados o tristes... ¿cómo será para un niño que carece de las habilidades maduras de afrontamiento de un adulto? A algunos niños, mientras son pequeños, también les cuesta distinguir entre la fantasía y la realidad. Para algunos el hecho de dormir solos, empeora la situación.
Es cierto que, según estudios sociológicos más recientes, dormir en compañía reduce el estrés. Pero si un niño no puede descansar a la hora de dormir, sus temores y ansiedades nocturnas deben tomarse en serio. En la última década, algunos supuestos expertos, han propuesto muchos métodos como dejar llorar al niño hasta que se canse.
Cada familia es libre de educar a su prole como desee, pero si entendemos que la amígdala - una región del cerebro que procesa los eventos emocionales - se vuelve hiperactiva cuando estás cansado (Yoo et al 2007, Maski y Kothar 2013), haciendo que las emociones negativas surjan naturalmente debido al cansancio que acarrean los niños por la noche, al final parece un método de lo más insensible.
Cómo tratar con éxito los temores nocturnos y la ansiedad de la separación
- Los niños necesitan el apoyo empático y tierno de sus padres. Estamos aquí para ayudarles a entender lo que les pasa y darles herramientas para resolverlo de forma asertiva, fomentando su autonomía.
- Revisar su sistema nervioso. Es necesario asegurarse de que el sistema nervioso del niño funciona correctamente y sin interferencias después del parto. Haz que un especialista en Quiropráctica haga un chequeo a tus hijos y que los ajuste regularmente.
- Ayúdales a desarrollar la sensación del tiempo. Se puede pintar un reloj en la pared y señalar la hora en que nos despertaremos para ver a mamá o a papá en otro color, o con una foto de los dos. Si se despiertan, verán que ya falta menos para vernos y se relajarán.
- Ayúdales con refuerzo positivo. Empapelar la habitación con fotos de niños durmiendo tranquilos, les ayuda a ver que otros también duermen y no pasa nada.
- Juguemos para distinguir las apariencias de la realidad. Ayudar a los niños a aumentar la capacidad de distinguir las apariencias, es decir lo que ese montón de ropa parece, de lo que es en realidad. Podemos poner montones de ropa y apagar la luz y jugar a qué puede parecer. Por ejemplo, puede parecer un monstruo, pero iremos a ver que es realmente un montón de ropa.
- Ayúdales a diferenciar la fantasía de la realidad. No pasa nada por abrir los armarios y mirar debajo de la cama con ellos antes de dormir. Lo importante es que se sientan a salvo.
- Ayúdales a controlar sus emociones. Los niños no saben razonar sobre sus emociones. Ni nos enfadan conscientemente, ni se levantan para fastidiarnos. Los niños necesitan herramientas eficaces para controlar el miedo y razonar. Darles explicaciones, utilizar cuentos o historias con moraleja, es una buena idea para enseñarles poco a poco cómo se sienten y qué hacer al respecto.
- Rutina, rutina, rutina. Proporcionarles una sensación de seguridad con la misma rutina diaria en horarios de comidas, meriendas, baños y cenas.
- Evitar estresarles con la televisión o los dispositivos digitales. Mejor leerles cuentos, poner canciones, bailar con ellos antes de acostarse, que tener la tele puesta.
- El afecto físico desactiva la ansiedad de la separación. Abracemos y usemos el poder del tacto para disminuir su ansiedad.
- Proporciónales un amuleto. Es una buena idea que el niño tenga un juguete que le acompañe durante su infancia y que le de seguridad. Una camiseta de mamá, un trapito, un pequeño peluche suave, pueden hacerle sentirse protegido cuando estén solos.
- Haz algo para estar contenta y descansar. Si tu hijo no te deja dormir por la noche, es normal sentir cierto resentimiento, pero si siente nuestro rechazo, esto sólo intensificará su ansiedad y empeorará las cosas.
- Cuéntales que a ti a veces también te pasa. Si el niño tiene una pesadilla hablarle con calma asegurándole que las pesadillas no son reales, que a todos nos pasa y qué hacemos nosotros para tranquilizarnos.
- Deja encendida una pequeña luz de noche. Lo mejor es poner una luz nocturna que emita luz suave y cálida. No poner ninguna luz con un tono azul. El color azul inhibe la producción de melatonina en el cerebro, y por lo tanto puede evitar que el niño se sienta somnoliento al acostarse.
- Seamos un modelo de conducta tranquila y relajada. Los niños necesitan ser criados por mamás y papás cálidos y sensibles. Si nos ven preocupadas o ansiosas tendrán más miedos.
- No dejes que la empatía se convierta en sobreprotección. Nuestra misión es hacer que nuestros hijos sean independientes de nosotras, no fomentar la dependencia.
- Enséñales habilidades de afrontamiento a través del juego de rol. Muchos niños superan su miedo a los chequeos médicos jugando al médico. Puedes aplicar este enfoque a los temores nocturnos. Primero el niño hace de niño asustado y el otro de mamá o papá resolutivo. Los padres muestran al niño cómo contrarrestar sus miedos nocturnos, y el niño intenta repetir la técnica. Después de esta demostración, será el niño que hará de adulto reconfortante.
- Otros juegos para probar. En Guatemala hay una tradición que es la de enseñar a los niños a dar sus preocupaciones a pequeñas muñecas de colores llamadas muñecas de preocupación o muñecas quitapenas. Los niños dicen a las muñecas sus preocupaciones y luego las ponen debajo de su almohada. Según la leyenda, las muñecas se preocupan por el niño mientras que el niño duerme pacífico.
- No dejes que se eternice el estrés. Si el problema dura demasiado tiempo, consulta siempre con un especialista en psicología infantil que te pueda orientar con un programa de ayuda adaptado a las necesidades individualizadas de tu hijo y a las peculiaridades de tu familia.
Cuando estemos cansadas tenemos que pensar que muchas de nosotras pasamos por esas etapas y al final las hemos superado. Hoy nos toca a nosotras ayudar a nuestros hijos con paciencia, y muchas dosis de buen humor, a crecer en un entorno seguro y confiable, para que en poco tiempo toda la familia pueda dormir las noches enteras, sin miedos y disfrutando de crecer todos juntos con amor y alegría.
Contenido elaborado en colaboración con la quiropráctica Roser de Tienda
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