La fotógrafa Julie Wilson ha dedicado toda su vida a capturar en sus imágenes la alegría y belleza de todo tipo de familias en grandes eventos como bodas, comuniones, nacimientos y cualquier tipo de compromiso.
Para ella, cada familia y niño son diferentes, hermosos y, a su manera, especiales. El problema es que, muchas veces quienes observan, no son capaces de ver lo especial que en realidad es un niño cuando queda oculto y eclipsado bajo el “estigma” de una imagen de discapacidad.
La hermana de Willson, Dina, nació con síndrome de Down. Mientras algunas personas podrían haber visto solo a una niña con discapacidad, su familia tenía muy claro lo que veía y la clase de persona con la que compartían sus vidas.
Dina irradiaba vida, alegría y fortaleza pese a nacer con graves problemas cardiacos y respiratorios. La pequeña solo pudo compartir con la familia unos años, pero fueron suficientes como para marcar a todos e inspirar en Julie la necesidad de dedicar su tiempo y su trabajo a un proyecto que dejase constancia de la belleza y personalidad de otros niños con síndrome de Down.
Hoy, años después de que Dina protagonizara la primera imagen de la serie, el proyecto cuenta con decenas de modelos que han posado encantados para poner en valor la belleza real y dulzura que hay tras los prejuicios de quién mira a todos aquellos que viven con síndrome de Down.
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