Viajar con un bebé al extranjero requiere organización y planificación. Ser previsible permite a los padres poder cubrir las necesidades de su bebé y en consecuencia poder disfrutar de cada segundo del viaje. La buena noticia es que el viaje empieza en casa, con la preparación del equipaje. Días antes conviene hacer la lista de lo que necesitamos llevar y hacer las compras de lo que falta. ¡Ya estamos viajando con la imaginación!
El equipaje
Seguramente han escuchado la frase ¨travel light¨. Es una buena recomendación para la vida en general, vivir con poco, ser minimalistas. Esta es la clave para viajar también, principalmente si lo hacemos con un bebé.
Hoy día el consumo de productos de bebé es masivo, nos bombardean con merchandising y así las mamás queremos tener todo. Todo nos parece imprescindible en casa, pero cuando tenemos que andar cargando con equipaje, lo recomendable es no llevar más de una valija mediana (no más de 12 kg de equipaje) y una mochila para usar durante el día.
Conviene que la mochila tenga varios compartimentos para poder dividir la zona donde llevamos las cosas de la comida, del cambio de pañales y otro sector para las cosas nuestras. Con este equipaje deberíamos acomodarnos para llevar todo lo que el bebé y la mamá necesitan y puede servir tanto para un fin de semana como para un viaje de un mes. En un viaje largo lo único que vamos a agregar es un par de mudas más para no estar en la obligación de lavar todos los días la ropa del bebé, considerando que puede usar hasta tres mudas por día (¡ y a veces más!).
Piensa siempre por dos
No hay que viajar con mucho, pero sí pensar muy bien la lista de cosas indispensables para el bebé. Hay que prever momentos en que esté aburrido o tenga hambre. En caso de que manche mucho un pañal es bueno tener bolsitas ya que no siempre hay un cubo de basura cerca para tirar los residuos. Hay que considerar que el bebé se puede enfermar, por lo que es bueno tener algún medicamento básico y un termómetro a mano.
Además, hay que llevar algunos elementos que ayuden al bebé a sentirse más cerca de casa, algo a lo que esté acostumbrado, como su pañito de apego o lo que use para dormir.
Lo más importante es que no podemos escatimar en las mudas de ropa que llevemos para el bebé (lo que significa que debes escatimar en las mudas que lleves para ti, ¡lo siento!). Hay que llevar mucha ropa de cambio, un bebé usa al menos tres mudas por día. La ropa la puedes lavar a lo largo del viaje, pero siempre es práctico tener a mano un jabón neutro de ropa y tomarse un ratito al final del día para lavar algunas prendas y siempre tener ropa limpia de más. Sí, es verdad, se pierde un poco el glamour de viaje que solías tener cuando viajabas con tu pareja solos, pero todo es pasajero. Cuando menos te des cuenta, tu bebé va a crecer, hoy te toca lavarle algunas prendas con amor.
No puedes pasar por alto...
En caso de alimentar a tu bebé con fórmula y si te toca viajar en avión hay que saber que las aerolíneas no permiten viajar con más de tres o cuatro cartones de leche de 200 ml en la mochila de mano. Además, las cremas que llevemos no pueden superar los 100 ml y deben ser colocadas dentro de una bolsita hermética.
No se pueden llevar elementos cortantes, por lo que si tienes una tijera para abrir los cartones de leche o un cortauñas para cortarle las uñitas al bebé, tendrás que dejar todo eso en el equipaje despachado. Mejor programar esto y no cometer errores para no tener demoras en los controles, que ya de por sí son molestos pasarlos con un bebé y su cochecito.
En relación al carro de bebé siempre es bueno llevarlo consigo. Las aerolíneas no cobran extra por despacharlo y permiten hacerlo o bien en el check-in o bien lo puedes entregar un segundo antes de subirte al avión. El carro es un elemento muy importante y el bebé debe sentirse cómodo para descansar bien en caso de dormirse en un paseo. Conservarle ciertos elementos que ya conoce es bueno para su mayor bienestar durante el viaje ya que va a tener que lidiar con demasiados cambios.
Qué llevar en la maleta
- Ropa (según sea invierno o verano harás tu elección)
- Manta
- baberos
- Sábanas de cuna
- Muñeco de apego
- Medicamentos
- Termómetro
- Cortauñas
- Crema para el cuerpo
- Cartones de leche para los dos primeros días en destino (luego compra en destino)
- Pañales para los dos primeros días en destino (luego compra en destino)
- Protector solar para bebés (de viaje ponerles protector solar en el rostro aunque sea invierno, cuando viajamos exponemos más a nuestros bebés al exterior)
- Biberón extra (en caso de alimentar a tu bebé con fórmula)
- Chupetes extra
- Pañuelo
- Mosquitero para el carro o cuna (en caso de viajar a algún lugar tropical o semi tropical)
- Protector de lluvia para el carro
Qué llevar en la mochila de mano
- Pañales
- Cambiador
- Óleo calcáreo (deberás ponerlo en un tarro no mayor a 100ml)
- Toallitas húmedas
- Mordedor
- Chupete
- Babero
- Biberón (cargada y calentita siempre!)
- Cartones de leche extra (no más de tres o cuatro)
- Bolsitas
- Muda de ropa
- Manta
- Vaso vertedor con agua (en caso de que ya tome agua)
- Algún puré de fruta ( en caso de que a haya comenzado a comer algo)
- Algún juguete, ¡ese que siempre es bien recibido por el bebé!
- Papeles importantes del bebé, su documento de identidad, pasaporte y partida de nacimiento.
Todo esto y por supuesto, todo lo que quieras llevar para ti. Parece que no va a caber, pero os prometemos que es posible llevar todo esto en solo una pequeña maleta y una mochila. Por último, no hay que olvidar guardar
en el móvil los números de urgencia del lugar de destino y el número de teléfono del hotel.
¡Ya estás lista para emprender está aventura con tu bebé, ahora es cuestión de dar el primer paso!
Contenido elaborado en colaboración con Regina Candel Martínez, autora del blog Uniendo Caminos
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