Una de las decisiones más duras e importantes que tienen que tomar los padres cuando sus hijos aún son muy pequeños es la de confiar su cuidado a una escuela infantil. Por las diversas situaciones personales y laborales, muchas familias se ven obligadas a dejar a sus pequeños durante algunas horas en lugares en los que se encarguen no sólo de su bienestar sino también de su educación. Aunque nos parezca muy pronto, los niños ya comienzan a aprender y a desarrollarse desde que nacen y las escuelas infantiles tienen ya proyectos educativos adaptados para edades comprendidas entre los 0 y los 3 años.
¿Por qué es importante escoger una buena escuela para nuestros hijos?
Según Ana Asensio, psicóloga y directora de la escuela infantil Nemomarlin (Majadahonda), escoger una buena escuela infantil para nuestros hijos es primordial. En primer lugar porque es de vital importancia que los niños se encuentren queridos, seguros y atendidos en su entorno para poder obtener una buena estabilidad emocional. Por eso es igualmente importante que los niños tengan un buen proyecto curricular y personalizado a su alcance para poder desarrollar todas sus capacidades, así como sus múltiples inteligencias, y así sentirse reconocidos y hábiles en muchos aspectos que empiezan a acontecer en estas etapas.
Además, es muy importante asesorar, cuidar y poder orientar a las familias en estas etapas acerca de la educación de sus hijos y que los niños aprendan en contextos donde se sientan seguros, queridos y a la vez donde existan normas y límites claros y sanos para su desarrollo y su relación con el entorno. Todos estos aspectos generarán mucha seguridad en los niños, vivirán el entorno como agradable y estable, aprenderán de una manera sana a relacionarse, a preguntar, a jugar, realizarán actividades que propiciarán un desarrollo muy saludable de la comunicación y de la personalidad. En conclusión, elegir una buena escuela infantil es una importantísima contribución de cara al futuro de cada uno de ellos.
Tips para escoger el mejor centro infantil para nuestros hijos
En opinión de la psicóloga, es fundamental que:
1. Debe ser un centro con una con unas instalaciones seguras y adaptadas a edades de 0 a 3 años.
2. Que sea una escuela trasparente y comunicativa en la que intercambiar información acerca de los pequeños con sus familias sea una parte clave de su filosofía y cultura.
3. Una escuela excelente y distintiva por su proyecto educativo y por la atención de su personal.
4. Una escuela con unos servicios necesarios e importantes para mejorar la calidad de vida de los niños y como consecuencia, la de sus familias.
Y en este sentido, no es desafortunado decir que, como en el colegio, los niños de menor edad también atraviesan por un proceso de adaptación a la escuela, al igual que lo sufren los padres al tener que asimilar esta nueva situación. Según Asensio, es muy normal y frecuente que haya un periodo de adaptación en la mayoría de los casos que suele variar en función de la etapa del bebé:
- En bebés menores de 7-8 meses suele ser breve en el tiempo y el periodo de adaptación lo sufre más la familia, pero como todo cambio de hábitos y rutinas requiere una adaptación. Los bebés en esta etapa, de 4 a 7 meses, tienen menos desarrollados aspectos cognitivos. Aún no extrañan por lo general, y la memoria a largo plazo no está muy desarrollada con lo cual no “echan de menos” con la intensidad que se puede producir en otras etapas.
- A partir de los 9 meses hasta los 20 meses aproximadamente las adaptaciones pueden ser más largas en el tiempo e intensas en su manifestación externa y sobre todo en el momento de la separación. Esto es muy normal y se pasa en cuanto comienzan a disfrutar, y mucho, de su nueva rutina y su nueva etapa. Este periodo de adaptación suele durar de una a tres semanas.
- Entre los 20 y 36 meses generalmente las adaptaciones no superan la semana o los 10 días, ya que la mayoría de niños en esta edad tiene una necesidad social muy alta y un desarrollo cognitivo más elaborado para comprender lo que está sucediendo. Esto les permite poder empezar a disfrutar muy pronto de todo y comprender con facilidad los cambios que están viviendo.
Pero, ¿cómo podemos detectar si nuestro hijo no se está adaptando bien a la escuela?
Según la experta, podríamos decir que existe un problema –dependiendo de la edad de cada niño o bebé- si encontramos signos de que no se ha adaptado más allá de las 3 semanas o el mes que lleve en la escuela. Los niños suelen ser muy transparentes en sus sentimientos y manifestaciones, y puede ocurrir que durante los días que dura el periodo de adaptación algunos niños puedan presentar alteraciones en la rutina del sueño como despertares nocturnos, cambios en el patrón alimenticio, o incluso se encuentran más lábiles o emocionalmente más sensibles de lo habitual. En este caso Asensio recomienda hablar con los profesionales del centro si se nota algún problema, y también de manera habitual que exista comunicación entre familia y centro. “Consideramos un aspecto primordial poder intercambiar información del bebé de cara a mejorar la calidad de la atención, educación y cuidado del pequeño”, afirma.
Las preguntas que una familia puede realizar a los profesionales del centro, los educadores, el psicólogo, etc... para detectar si su pequeño no se está adaptando pueden ser: acerca de las rutinas de alimentación y sueño en la escuela, ver si las está realizando correctamente, si explora el entorno, si se relaciona con sus compañeros (o con la educadora si son muy pequeños), si participa en las actividades, cuáles son sus preferencias en la escuela y su actitud hacia el educador y los demás amigos, y si le interesan y disfruta con las actividades propuestas.
Contenido elaborado en colaboración con Escuelas Infantiles Nemomarlin
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