El impresionante impacto del coronavirus en la sociedad mundial y sus devastadoras consecuencias nos ha sorprendido a todos. Pensamos que era un mal distante que nunca podría afectarnos y, en cambio, en poco tiempo nos ha condicionado y alterado nuestras vidas. Hay quienes optan por el alarmismo, por muy negativo que sea, y quienes, en cambio, se declaran pasivos a cualquier preocupación. Pero en todo esto, ¿cómo lo están asumiendo los niños? ¿Cómo viven esta situación? ¿Qué es lo que piensan?
La situación ha superado a muchos adultos, que no llevan demasiado bien la cuarentena y el confinamiento en sus casa. Por puro egoísmo, corremos el riesgo de perder de vista los sentimientos de nuestros hijos que, a pesar de su edad, a menudo son capaces de entender más de lo que podemos imaginar.
Presta atención a la manera de contarlo
En el momento de contarles cuál es la situación mundial actual, debes medir muy bien tus palabras para no generar ningún tipo de miedo en tu pequeño. Por ello, debes adaptar el lenguaje que utilices dependiendo de la edad que tengan para que lo entiendan de una manera clara y sepan actuar de cara a esta problemática.
Así, prueba con un lenguaje sencillo (no es necesario, en ningún caso, que le menciones cómo se llama este virus, que es una pandemia o que su nombre científico es Covid-19). Tienen que entender que es una especie de "bicho" nuevo, que nunca antes había aparecido en la población y que es necesario acabar con él porque es malo para las personas.
El niño debe notar en tus palabras un esencial mensaje de calma: debes contarle que es un "bicho" que está muy lejos de él y su familia y que aparece si no se lava las manos correctamente. Además, para evitar el sentimiento de culpabilidad no es necesario que le cuentes que son precisamente ellos, los niños, los mayores transmisores de esta enfermedad.
Todo lo contrario: deben saber que todos somos suceptibles de ser contagiados y que, con el fin de evitar la transmisión de este "bicho" es necesario que cuando se sientan mal (si tienen fiebre o tienen la sensación de que les falta el aire) se lo comuniquen a un adulto. Por último, es muy importante que les enseñes cómo deben estornudar en el caso de que lo necesiten (siempre cubriéndose con el codo o con un pañuelo desechable) y que deben evitar tocarse la cara, la nariz y los ojitos.
Enséñales a lavarse bien las manos
Desde finales de 2019, cuando apareció el Covid-19 en China, son muchos los organismos públicos nacionales e internacionales los que han expandido por todos los medios la manera correcta de lavarse las manos, puesto que es a través de ellas como se contagia este virus.
Una de las maneras más eficaces de hacer comprender a los niños la necesidad de lavarse es poniendo una banda sonora a este momento. Por ejemplo, puedes cantar su canción favorita siguiendo los pasos de lavado y decirles que, cuando más la canten, más a salvo estarán de pillar este "bicho".
Como el tiempo de lavado estimado para eliminar por completo rastros de contagio de nuestras manos es de 40 a 60 segundos, lo ideal es que se diviertan haciéndolo, ya que probablemente no están acostumbrados a este procedimiento durante tanto tiempo. Así, deben de seguir los siguientes pasos:
1. Humedecer las manos y enjabonarse con una pastilla de jabón o gel líquido.
2. Prestar especial atención a las palmas de las manos, el dorso de las mismas, las uñas y el espacio que hay entre los dedos. ¡No os olvidéis de los pulgares! Frotar varias veces para que haga más jabón y se puedan limpiar bien. Mientras dura este momento, lo ideal es que el grifo esté cerrado.
3. Se vuelve a abrir el grifo para aclararse bien las manos sin dejar ni rastro de jabón en ellas y se vuelve a cerrar el grifo con el codo para evitar una posible nueva contaminación. Por último, deben secarse muy bien las manos, ya que la humedad es un foco activo de gérmenes y bacterias. Pueden hacerlo con una toalla limpia o con papel higiénico.
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