La píldora es uno de los anticonceptivos más extendidos entre las mujeres y con razón porque también es uno de los más seguros. De hecho, su índice Pearl está entre el 0,1 y 0,9, dependiendo de la fórmula, lo que significa que de cada 100 mujeres, solo entre el 0,1% y el 0,9% podrían llegar a quedarse embarazadas al año.
Como ves, el riesgo de la píldora es muy bajo, casi insignificante, pero sigue ahí. Porque que sea muy poco probable ¡también significa que es posible! Pero no te preocupes, te contamos los errores más comunes que cometemos para que pierdas cualquier miedo.
Es posible, ¿pero por qué?
Que si el condón, los parches anticonceptivos, el DIU, el condón femenino, los implantes hormonales... Afortunadamente hoy en día tenemos de todo a nuestro alcance en lo que respecta al uso de anticonceptivos, y entre estos, la píldora es uno de los más populares.
¿Por qué? Fácil. En primer lugar, por su fiabilidad: si por ejemplo el DIU tiene un 98% de tasa de efectividad, la de las píldoras es del 99%. En segundo lugar, por su facilidad de uso: podemos controlar las tomas nosotras mismas y sin depender de otros. Bueno, quizás de la alarma del móvil que suena todos los días a la misma hora para recordarnos que nos la tenemos que tomar.
Además, también muchas nos sentimos más protegidas a pesar de utilizar anticonceptivos de barrera como los preservativos por si estos, por ejemplo, se rompen pese a la dificultad que también esto conlleva.
No obstante, aunque no es lo habitual, tampoco sería la primera vez que una mujer se queda embarazada tomando la píldora, y es que también podríamos estar tomándola de forma incorrecta. Y es que si bien la píldora se considera fiable -su tasa de efectividad la avala-, ciertos factores pueden disminuir su efecto.
Estos son algunos de los errores más frecuentes que cometemos cuando tomamos la píldora:
- Olvidarnos de tomarla un día: porque sí, la alarma en el móvil nos parece un método infalible, hasta que nos pilla en mal momento y creemos que más tarde nos acordaremos de tomarla. Pero no.
- Problemas gastrointestinales después de tomar la píldora como vómitos o diarrea: porque podrían haber dificultado su absorción y por lo tanto, su efecto. También las inflamaciones gástricas e instestinales podrían actuar en este sentido.
- Interacción con otros medicamentos: antibióticos, antifúngicos, antihistamínicos, antiepilépticos... Para ello debemos consultar con nuestro ginecólogo y tener en cuenta también las referencias que nos aporta el prospecto.
- Fibrosis quística.
- Una bajada de peso muy rápida.
- Fumar mucho.
¿Sabías qué?
La píldora debe tomarse puntualmente todos los días, siempre a la misma hora, para asegurar su fiabilidad. Un retraso de unas pocas horas ya puede comprometer su tasa de efectividad.
¿Y qué pasa con la píldora del día de después?
También puede que te des cuenta tarde de que te olvidaste de tomar la píldora o que se os haya roto el preservativo. Que no cunda el pánico. Estas cosas también pasan y tienen solución. En estos casos -siempre como última medida- puedes tomarte un anticonceptivo de emergencia para evitar un embarazo no deseado y que, si bien no cuenta con el 100% de efectividad, va a eliminar casi cualquier posibilidad. Y decimos casi porque el efecto que tiene sobre tu organismo es el de posponer la ovulación cinco días, de modo que si su ingesta se realiza antes de este periodo estarás previniendo el embarazo con éxito. Pero, si la ovulación coincide con su toma, cabe una pequeña posibilidad de quedarte embarazada.
Embarazada a pesar de la píldora: signos y síntomas
Si aun así te preocupa poder estar embarazada a pesar de tomar anticonceptivos, hay algunos signos y síntomas que podrían darte algunas pistas sobre un posible embarazo.
Signos típicos de embarazo:
- Ausencia del periodo: es el síntoma más evidente de que podrías estar embarazada, aunque tampoco es infalible. De hecho, los retrasos en el periodo son muy frecuentes en mujeres con menstruaciones irregulares sin que salten las alarmas, e incluso se han dado casos de mujeres que con el periodo estaban embarazadas.
- Cansancio y mareos: son una de las principales sensaciones que puedes experimentar cuando todo empieza a cambiar por dentro.
- Las tan temidas náuseas.
- Tensión en los pechos.
Frente a la aparición de alguno de estos síntomas, y para no comerte la cabeza, lo mejor es que acudas a tu ginecólogo o te realices un test de embarazo para salir de dudas.
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