Nos pasamos la vida contando calorías, pero, ¿sabemos realmente lo que son? Si buscamos una definición muy técnica, te sonará raro: una caloría es la cantidad de calor que se necesita para elevar la temperatura de un gramo de agua un grado centígrado, a una presión de una atmósfera determinada. Es decir, son básicamente, unidades de energía térmica. De ahí que hablemos tan a menudo de "quemar calorías".
Sin embargo, cuando coloquialmente nos referimos a las calorías en alimentación, realmente hacen referencia a las “kilocalorías”, por eso, las encontraréis con la abreviatura de Kcal en las etiquetas de los alimentos. Cada alimento tiene un aporte de kilocalorías diferente, por lo que, como ves en la galería, 200 Kcal suponen cantidades muy diferentes de comida...
Este experimento demostraba hasta dónde puede llegar nuestro afán de contar calorías pero, ¿sabes realmente qué relación tienen estas con la alimentación?
Aporte calórico de la dieta
Como acabas de ver, todos los alimentos contienen nutrientes que aportan calorías, depende del nutriente aportarán mayor o menor cantidad: cada gramo de grasa aporta 9 Kcal, y cada gramo de hidratos de carbono o de proteínas aporta 4 Kcal. Nuestro cuerpo las utiliza para realizar las funciones vitales, por lo que son imprescindibles para la vida, pero lo importante más que el aporte calórico, es la función de cada nutriente en nuestro cuerpo, es decir, es mejor fijarse en la distribución de los nutrientes en la dieta que en el aporte calórico. Por eso es importante llevar una dieta equilibrada.
Gasto calórico del cuerpo
Cuando estamos en reposo, nuestro cuerpo también está “quemando” calorías, al estar en funcionamiento nuestros órganos vitales, como el cardiocirculatorio, respiratorio, digestivo, etc. Hay que destacar que este gasto en reposo es diferente en cada persona. Por otra parte, cuando realizamos ejercicio físico el gasto calórico aumenta, y este es variable en función del tipo de actividad y el peso corporal, a mayor peso haciendo la misma actividad física, mayor gasto.
¿Cuál es la necesidad diaria de cada persona?
Cada persona tiene unas necesidades diferentes debido a una serie de condicionantes como son el sexo, la edad, el peso y la altura. Así, mediante diferentes ecuaciones, en las que se utilizan como variables fundamentalmente edad, sexo y peso, podemos calcular el gasto metabólico basal (GMB), que es el gasto en reposo. Este gasto corresponde aproximadamente a un 60% de las calorías que gastamos a lo largo del día. Para calcular el gasto energético total (GET) multiplicamos el GMB por un coeficiente de actividad estandarizado (ligero, moderado e intenso). Pero para hacer este cálculo más personalizado se puede analizar cada actividad de forma pormenorizada.
Como veis, el gasto es diferente para cada persona, por eso una dieta tiene que estar adaptada a cada uno, de forma que al final de la dieta consigamos mantenernos en un peso consumiendo las mismas calorías que quemamos.
¿Qué relación hay entre las calorías y la actividad física?
Las cuentas están claras: ¡es pura matemática! A mayor actividad física el gasto es mayor, y el consumo de calorías en la dieta también debe serlo. Porque, por ejemplo, no es lo mismo andar media hora todos los días para ir al trabajo que practicar running o hacer natación de forma habitual.
Y es que el nivel de actividad física de cada persona es diferente, ya sea por su rutina diaria o por su trabajo. O sí ese trabajo es más activo o de fuerza, o es más sedentario. Y eso sumado al deporte que se realiza, en cuyo caso se debe aumentar el aporte de calorías fundamentalmente en forma de hidratos de carbono.
El equilibrio
El equilibrio perfecto consiste en darle a nuestro cuerpo exactamente lo que necesita, es decir, ajustando nuestro gasto energético total, en función de todos los parámetros, e incluso, variando en función de la actividad física que realicemos cada día. Pero además debemos vigilar de donde provienen estas calorías, es decir, fijarnos en los nutrientes de la dieta más que en las calorías. Así, con la dieta adecuada, ejercicio moderado y descanso, conseguirás las claves para sentirte siempre bien y mantenerte en tu peso ideal.
Para adelgazar debemos consumir menos calorías de las que quemamos, pero sin hacer una reducción muy brusca, por eso las dietas deben ser siempre personalizadas. Aún así recalcamos que realmente es más importante ver cuáles son los nutrientes de la dieta, que las calorías en sí mismas, por eso es mejor que te pongas en manos de un buen nutricionista.
Artículo elaborado por Vanessa Buitrago, nutricionista de Medicadiet, en colaboración con enfemenino
LETTER
Y además...
Cómo potenciar el rendimiento deportivo
30 superalimentos para una vida más saludable