Algo comparten todas esas comidas que tanto nos gustan y nos vuelven locos. Además de sabor y diseño esconden un peligroso “enemigo” para cualquier operación bkini. Son las temidas calorías que, camufladas bajo sabores adictivos, consiguen que nos olvidemos de ellas para que pensemos solo de disfrutarlas.
Cremas, helados, chocolatinas, fritos… son el santo grial de la baja `cuisine. Algo así como lo mejor de lo peor que nos podemos comer, aunque por lo general, todos las disfrutamos sin que nos importen demasiado las consecuencias.
Con la llegada del calor y después de unos meses de puesta a punto para el verano, muchos se preguntan, ¿hasta qué punto podemos darnos el lujo de caer en la tentación y llenarnos con este tipo de productos hipercalóricos?
Consciente de este problema el perfil Instagram, de reciente creación pero con más de 70.000 seguidores ya en sus filas, @caloriebrands, se ha puesto manos a la obra para intentar arrojar algo de luz al respecto y concienciarnos sobre lo que supone darse un capricho puntual o comer a base de estos productos por sistema.
Sus publicaciones tienen siempre como protagonistas a algunos de los productos más exitosos a nivel internacional. En sus intervenciones creativas, el artista apuesta por eliminar el nombre de la marca y sustituirlo por el número total de calorías que estas contienen, manteniendo logotipos, tipografía y colores para conseguir un resultado aún más llamativo.
Sin duda una gran idea que nos puede ayudar a cuidar más y mejor de lo que comemos sin perder de vista la salud ni echar por tierra las horas de esfuerzo y sudor en el gimnasio.
Hace unos meses también te hablamos sobre la cantidad necesaria de comida necesaria para llegar a 200kcal en diversos tipos de alimentos. Hoy lo recordamos para conseguir el artículo definitivo. Una especie de pequeña Biblia gastronómica, con la que hacer frente al verano.
Esta lista no pretende adoctrinar, ni siquiera cambiar nuestros hábitos de alimentación. Solo mostrarnos de forma gráfica y didáctica que somos lo que comemos y que el verdadero secreto está en conocer y saber manejar esta información en beneficio de nuestro cuerpo.
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