Cómo aliviar las contracturas producidas en la lactancia
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En colaboración con Clínica Vass
La lactancia es un período en el que las madres sufren diversos cambios en su cuerpo que pueden traducirse en contratiempos si no se tratan adecuadamente. La mastitis puede que sea uno de los más mencionados, pero las contracturas es otro de ellos no menos importante.
Para conseguir relajar los músculos y procurar que no se tensen a la hora de darle el pecho a nuestro bebé, puedes realizar los sencillos ejercicios que te mostramos en este vídeo.
Vamos a colocar un brazo detrás de nuestra espalda y el otro lo colocaremos sobre la cabeza. Éste será el que sirva de guía para ir empujando ligeramente nuestra cabeza y así ir buscando el punto de máximo estiramiento del cuello. Aquí aguantaremos la posición durante 30 segundos y, después, volveremos a la posición neutra.
El otro ejercicio consiste en buscar el punto de máximo dolor en el cuello. La mano que antes teníamos en la cabeza la colocaremos ahora en este punto de máximo dolor. Con los dedos ejerceremos una presión descendente e iremos acercando la oreja hacia ese lado en el que estamos presionando. Poco a poco notaremos cómo el dolor va desapareciendo. Esta posición la deberemos mantener durante 90 segundos y, desde este punto, volveremos de nuevo a la posición neutra. Una vez aquí, retomaremos el estiramiento realizado en el primer ejercicio.
Estos pequeños estiramientos nos ayudarán a relajar los músculos que durante la lactancia se nos han quedado tensos debido a la posición fija que adoptamos al dar el pecho. Se deberán repetir después de cada vez que demos de mamar a nuestro bebé, para así notar una mejoría y un alivio instantáneo.
Para conseguir relajar los músculos y procurar que no se tensen a la hora de darle el pecho a nuestro bebé, puedes realizar los sencillos ejercicios que te mostramos en este vídeo.
Vamos a colocar un brazo detrás de nuestra espalda y el otro lo colocaremos sobre la cabeza. Éste será el que sirva de guía para ir empujando ligeramente nuestra cabeza y así ir buscando el punto de máximo estiramiento del cuello. Aquí aguantaremos la posición durante 30 segundos y, después, volveremos a la posición neutra.
El otro ejercicio consiste en buscar el punto de máximo dolor en el cuello. La mano que antes teníamos en la cabeza la colocaremos ahora en este punto de máximo dolor. Con los dedos ejerceremos una presión descendente e iremos acercando la oreja hacia ese lado en el que estamos presionando. Poco a poco notaremos cómo el dolor va desapareciendo. Esta posición la deberemos mantener durante 90 segundos y, desde este punto, volveremos de nuevo a la posición neutra. Una vez aquí, retomaremos el estiramiento realizado en el primer ejercicio.
Estos pequeños estiramientos nos ayudarán a relajar los músculos que durante la lactancia se nos han quedado tensos debido a la posición fija que adoptamos al dar el pecho. Se deberán repetir después de cada vez que demos de mamar a nuestro bebé, para así notar una mejoría y un alivio instantáneo.