Visitas... ¡lo más temido de las maniáticas del orden y la limpieza!
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¿Os suena esa situación en la que vamos a recibir una visita y, de repente, nos sale la vena histérica y nos obsesiamos con que todo quede impoluto y ordenado para dejar la mejor impresión? ¡Al final, la casa parece más un escaparate que un hogar!