Toda la culpa es de mi madre. Cuando no vemos el valor real de las cosas
Ah-Hock vive con su madre en condiciones de verdadera pobreza. Todos los días en el colegio, Ah-Hock ve la diferencia que hay entre él y sus compañeros; ellos llegan en coche a la escuela y él no, ellos reciben regalos por el año nuevo chino y él no. Además, el dinero apenas alcanza a pesar de que su madre trabaja duro. Esto sumado a las constantes burlas de sus compañeros hace que Ah-Hock explote un día, y se pelee en el colegio. La impotencia y la frustración del chico encuentran pronto un culpable; su madre. Sin embargo, la vida nos enseña y nos obliga a recapacitar. ¡No te pierdas este conmovedor corto y el mensaje tan bonito que nos hace llegar!
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