Si hace poco nos enterábamos del lanzamiento de un smartphone ruso, ahora son los datos que aporta el Instituto de Estudios Turísticos de España (IET) sobre el incremento de visitantes rusos los que llaman nuestra atención.
Parece ser que el gigante del norte de Asia ha decidido involucrarse en causas perdidas. Después de barajar el posible rescate a la recién hundida Chipre, viene con fuerza a nuestro país para impulsar uno de los que tradicionalmente han sido los pilares de nuestra economía, el turismo.
El IET, dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo revela que en 2012 llegaron a España un 40% más de rusos que en 2011 y, mirando hacia atrás, vemos que en tres años esta cifra se ha duplicado.
Además, los rusos que vienen, lo hacen con los bolsillos llenos y para quedarse bastante, ya que se gastan unos 1.530 euros por persona en las 9,7 noches de media que están en nuestro país. Hablando en cifras generales, la suma asciende a 1.800 millones de euros.
La imagen de España para estos lejanos visitantes es la tradicional de sol y playa de alta calidad, que en su país no abunda. Además, se ha abierto el abanico de destinos con la incorporación de casi todo el arco mediterráneo y las islas, así como otras modalidades de viaje enfocadas al ámbito cultural y las compras.
A partir de ahora tendremos que acostumbrarnos a saludar con un privet, dar las gracias con un spasibo y a brindar con un nasdrovia.
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