Sol, playa, viñedos, montaña... Todo lo que puedas imaginar cuando piensas en vacaciones está concentrado en la región de l'Empordà. Situada en la provincia de Girona, entre la frontera francesa y el Cabo de Creus, forma parte de la Costa Brava, lo cual ya nos da una idea de la variedad de opciones marítimas que vamos a encontrar. Pero hoy no solo vamos a hablarte de agua. Hoy queremos descubrirte todo lo que puede ofrecerte este paraje precioso, y desconocido para muchos, albergado en torno a la bahía de Roses. Te lo resumimos en 10 experiencias que no te puedes perder.
1. Navega por sus canales
Recorre la Marina residencial más grande de Europa, con 23 Km navegables y más de 5.000 amarres. Aquí, los vecinos llegan a sus casas en barco y las puertas de entrada de sus casas dan al canal. Desde el agua, el aspecto de este insólito barrio nos transporta muy lejos, más allá de nuestras fronteras. Diríase que estamos en Miami. La hilera de mansiones con jardines, salpicados con palmeras, sorprenden y fascinan a partes iguales. Te recomendamos la excursión que te llevará por los canales y termina con un paseo por la fantástica Bahía de Roses, segundo punto de nuestra lista
2. Pasea en barco por la Bahía de Roses
Nos encontramos en una de las bahías más bellas del mundo. Y no lo decimos sólo nosotros, lo avala una distinción de la Unesco, que en estos momentos sólo poseen una treintena de bahías y que reconoce los valores turísticos, paisajísticos y culturales de este entorno formado por los municipios de L'Escala, Sant Pere Pescador, Castelló d'Empúries y Roses.
45 Km de playas, 15 Km de calas y 50 Km de canales navegables para recorrer sin prisa, disfrutando de las vistas y de la brisa del mar. Merece la pena llegar hasta Cala Montjoi, en su día conocida por albergar el célebre restaurante de Ferrán Adrià, "El Bulli". Su agua transparente, su arena oscura, sus piedras largas y negras y su entrada brusca en el agua hace de este lugar un paraje idílico.
3. Haz Kite Surf en una playa salvaje
Si lo tuyo es la adrenalina, tienes que probar este deporte de moda. Déjate llevar por el viento, salta rumbo al sol y aterriza sobre las olas del mar. No es una empresa fácil, te lo advertimos. Pero es tan divertido que estarás deseando repetir.
La escuela Kite Costa Brava nos descubre esta experiencia en un curso de dos días de iniciación en el que aprendemos a manejar la cometa, sujetada al cuerpo con un arnés. Pilotar, aterrizar y levantar esta cometa conforman nuestros primeros pasos en el mundo del Kite Surf. Incluso desde la arena, la potencia del viento nos desplaza de un lugar a otro sin casi darnos cuenta. Lejos de lo que pueda parecer, esta práctica implica más una cuestión de habilidad y sensibilidad que de fuerza. En unos pocos gestos podemos dirigir la cometa hacia donde queramos, utilizando el viento como vehículo conductor. Al día siguiente se pasa al agua, con la única intención de mantenerte en pie sobre la tabla.
Volar y hacer piruetas requiere tiempo, así que si vas con ganas, piensa en cogerte una semanita para disfrutar la experiencia a tope. Los precios oscilan entre los 68 euros (curso de 2 horas para volar la cometa) hasta los 230 los dos días. El entorno no puede ser más maravilloso: la playa de La Rubina es un paraíso salvaje y natural que parece haber salido de una película. Lo pueden hacer niños y mayores, es un deporte que no requiere más que concentración y ganas de divertirse. ¿Te animarías a probarlo?
4. Vuela en avioneta
Si la visita de la bahía de Roses enamora desde el mar, desde el aire deja sin palabras. Estamos a bordo de una avioneta para 4 personas, dispuestos a descubrir la zona como grandes exploradores. El intenso azul del mar, el brillante dorado de la arena y el frondoso verde de las montañas se conjugan en un paisaje espectacular.
Desde lo alto se ven los canales, que dan cuenta de la perfecta integración de los elementos urbanos con la naturaleza. La pequeña población de Castelló d'Empúries destaca, como un bastión medieval, entre los colores de la tierra.
Asombra la tranquilidad que se respira desde el cielo. Incluso para los que tememos las alturas. El despegue es tan suave que dudamos de si seguimos en tierra. El vuelo es reposado y agradable, y permite vislumbrar, como reza la famosa película, ¡hasta el infinito y más allá! No puedes perderte esta experiencia, aprovechada al máximo gracias a Skydive Empuriabrava.
5. Rema cual Pocahontas
El Stand Up Paddle (SUP) es la alternativa perfecta para quienes buscan una actividad acuática tranquila, perfecta para toda la familia. Este deporte requiere de coordinación, equilibrio y ¡un poquito de habilidad con el remo! Con Empuriabrava Sailing aprenderás, en tan sólo unos minutos, a mantenerte en pie sobre la tabla y llegar hasta donde quieras, en el río Muga o saliendo al mar si eres más atrevida. Por 28 euros podrás hacer un curso de 2 horas (mínimo 4 personas) o, si prefieres ir sola, alquilar una tabla y un remo por 8 euros la hora.
6. Explora los senderos de un parque natural
Declarado parque natural en 1983, Aigüamolls de L'Empordà se extiende a lo largo de 4783 hectáreas y es el segundo parque más importante de Cataluña. Formado por diversos estanques de agua dulce y dunas, cuenta con una gran variedad de aves migratorias y flora característica del lugar.
En el Centro de Información y Documentación nos cuentan que las épocas en las que hay más especies son las de las migraciones (marzo/mayo y agosto/octubre), aunque durante todo el año se pueden observar especies interesantes. Además, este es el punto de partida de varias rutas de senderismo, ideales para quienes quieran disfrutar de la naturaleza a pie.
7. Pon a prueba tu equilibrio en el simulador de olas
Seas principiante o consagrado surfero, te va a gustar este plan. Windoor Wave Club es un complejo acuático que te permitirá probar tu habilidad sobre la tabla en una fantástica piscina de 6,60 x 12 metros. La llaman Flowrider, e incluye un potente generador de olas para que hagas tus pinitos.
Si es tu primera vez, no te preocupes, porque cuentan con monitores especializados que te enseñarán a estar ¡en la cresta de la ola! Además de surfear, puedes probar su Skimpool, pistas de voley y futboley playa o tomar algo en su terraza chillout mientras escuchas música en directo.
Si tienes la oportunidad de comer allí, no la dejes pasar. Su cocina parte de un respeto absoluto por el producto fresco de proximidad de la comarca del Alto Ampurdán, lo que se nota en cada bocado. De ellos, destacamos dos: su hamburguesa con queso de cabra y sus raviolis de pera. Ideales para darle un descanso al cuerpo tras la intensa actividad.
8. Vuela como un halcón en el túnel del viento
El Wave Club también nos propone otra fantástica aventura: la de volar en un túnel del viento. Armados únicamente con un traje y nuestra gran intrepidez, experimentamos la sensación de una caída libre. Eso sí, siempre con la ayuda y bajo la supervisión de un monitor.
¿Cómo funciona? Muy sencillo. Sus 4 turbinas de alta potencia generan un flujo continuo de aire vertical regulable que permite a cualquier persona recrear la sensación de volar en un espacio completamente seguro.
El primer túnel de viento fue creado en 1871 y surgió ante la necesidad de diseñar y probar nuevos elementos antes de ser montados en aviones reales. Hoy en día, la tecnología ha permitido desarrollar este sistema hasta lo que conocemos hoy como túnel de viento, apto tanto para prácticas de paracaidismo o salto base como para, simplemente, divertirse. Si quieres saber más, no tienes más que ver este enlace.
9. Viaja en el tiempo por una villa medieval
Castelló d’Empúries conserva ese encanto del medievo que nos transporta hasta esta época lejana. La ciudad ha sabido conservar su patrimonio histórico, que llega a su punto álgido con el Festival Medieval Tierra de Trovadores, celebrado el segundo fin de semana de cada septiembre. Actuaciones, mercado medieval, cena, torneo, actividades por la calle... No encontrarás lugar mejor para viajar en el tiempo y olvidarte de todo.
Por supuesto, puedes ir en cualquier otro momento, la visita merece la pena. Pasear por la acequia del molino, descubrir su serpenteante judería y llegar hasta la Basílica de Santa María para terminar degustando el embutido de la zona es uno de los mejores planes que puedes hacer en el Alto Ampurdán.
10. Tómate un vino (o unos cuantos)
Recorrer los viñedos de La Vinyeta es otra experiencia, gastronómica esta vez, que nos permite recargar pilas después de tanto ajetreo. Josep y Marta son una pareja de agrónomos que decidió embarcarse en esta aventura sin tener más preparación que la teoría de su carrera. Tras varios años de trabajo intenso, los emprendedores han conseguido unos vinos redondos, que les han valido como proveedores del mejor restaurante del mundo, El Celler de Can Roca.
El entorno es espectacular. Entre viñas y olivos centenarios se encuentra esta bodega de arquitectura moderna, que aloja vinos tintos, blancos y rosados, así como un delicioso aceite cuyo aroma recuerda a tomates recién recolectados. Proponen citas de lo más diverso, desde catas con almuerzo con productos de la zona hasta cenas románticas a la luz de las velas o conciertos de jazz. También se puede recorrer su vasto territorio en bici, caballo o incluso quad. Fiestas, banquetes... La Vinyeta no conoce límites. Tanto es así que en breve, además, comenzarán a producir quesos y champagne. Visita obligatoria si estás por la zona.
En definitiva, nos encontramos en una de las regiones más ricas y con más encanto del país. Uno de esos lugares en los que sobran los planes y faltan las horas. Uno de esos lugares de los que es imposible cansarse. ¿Te animarías a visitarlo?
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