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Superar el miedo a volar

por Elena Bonet ,
Superar el miedo a volar

De la sensación desagradable al pánico en el momento de subir a bordo, la angustia de coger un avión afecta a 1 de cada 4 personas.

A pesar de que este medio de transporte es, estadísticamente, uno de los más fiables de todos, después del autobús y del metro, se puede transformar en una pesadilla para muchas de nosotras.

Os mostramos algunas explicaciones y trucos para vencer el miedo a volar

- Comprender las razones del miedo a volar

Para vencer un miedo, la primera etapa consiste en comprender su origen.

Recuerdos de colisiones

Varios accidentes de avión, una secuencia impactante de una película sobre una catástrofe, un documental sobre la seguridad aérea o los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001 pueden alentar o desencadenar una psicosis al avión.

Un mal recuerdo

Un vuelo en el que se haya pasado mal, una experiencia de fuertes turbulencias, retrasos que se multiplican, controles de seguridad reforzados que hacen tomar conciencia de un eventual riesgo ... son algunos de los elementos que pueden frenar las ganas de subir de nuevo a bordo.

Una oscura lógica

Para ti, la ecuación es simple: un avión = muy pesado = imposible que vuele.

Los psicólogos denominan como “los terrícolas” a las personas que piensan que volar pertenece a lo sobrenatural.

El desconocimiento

El miedo viene ante todo de lo desconocido. Y son muy pocos los pasajeros que controlan perfectamente todos los rudimentos de la aeronáutica. De ahí el pánico frente al más mínimo ruido que se considere sospechoso.

Los miedos que se esconden tras esta fobia

Muy a menudo un temor, como el de montar en avión, puede esconder un miedo real, más profundo.

La claustrofobia o la agorafobia

La primera es una angustia a los lugares cerrados (la cabina de una aeronave) y la segunda a los espacios abiertos (el cielo).

La pérdida de control

Los psicólogos llaman “responsables” a las personas que se frustran ante la imposibilidad de tomar el control de un aparato en caso de peligro.

¿Cómo superar el miedo a volar antes de la salida?

- Un tratamiento a fondo: aquéllos que sufren una fobia real que les paraliza y les limita en su vida diaria, deben considerar la posibilidad de aplicar técnicas profundas de psicoterapia o terapia comportamental, con el fin de determinar mejor los orígenes de su miedo y encontrar las soluciones adecuadas.

- Algunas prácticas propuestas por ciertas compañías aéreas pueden venir muy bien. Comienzan por una entrevista individual con un especialista de estrés aeronáutico, después se sigue con un curso teórico sobre la aviación con profesionales que responden a todas las preguntas que nos inquietan. A continuación viene una sesión de simulador de vuelo que permite una puesta en situación (turbulencia, sensación de despegue, eventuales problemas técnicos...).

- Sin estrés: aprende a controlar tu estrés y tus angustias gracias al método que te vaya mejor (sofrología, yoga, relajación...) para poner en práctica estos ejercicios el día D.

- Una prescripción de ansiolíticos para los que verdaderamente no consiguen controlar su angustia., la toma de pastillas es una opción, aunque no cura el miedo permite pasar el vuelo con más calma.

A tener en cuenta: está totalmente desaconsejado tomar alcohol, ya que puede aumentar la sensación de miedo durante el vuelo.

- El día D: llega con tiempo para elegir tu plaza cuando factures: en el centro del avión para sentir menos las sacudidas o junto a una ventanilla si se desea ver lo que pasa en el exterior. ¡Así evitarás que te pongan encima de las alas y los reactores con el fin de no percibir su buen funcionamiento!

¿Cómo superar el miedo a volar una vez estás dentro del avión?

- Antes del despegue: no dudes en comentar tu angustia con el personal de a bordo. A veces, el hecho de expresarlo permite desahogarse un poco. Hay que familiarizarse con el espacio y habituarse tranquilamente a este nuevo entorno. Para tener ocupada la cabeza, se puede leer, hablar con el vecino, hacer crucigramas, pensar en listas (provincias de España, presidentes de los países europeos...) o en poemas que nos esforzamos en aprender de memoria.

- La fase del despegue: es la más temida a pesar de que representa sólo el 28% de los accidentes. Es cierto que resulta impresionante (el zumbido de los motores, el ascenso tan potente, el silencio...). Así que hay que confiar en la tecnología y en el piloto, que conoce su trabajo, al igual que confías en el dentista o en tu médico.

- El vuelo: generalmente, cuando está puesto el piloto automático, el miedo disminuye. Sin embargo, las turbulencias pueden perturbar la velocidad de crucero, como ocurre en un tren o en un coche. Por ello, hay que considerarlos como una especie de agujeros de aire, como los adoquines de un camino por el cielo: no muy agradables pero nada peligrosos.

- La fase del aterrizaje: se vive igual de mal que la del despegue: las sacudidas mientras se atraviesan las nubes, el ruido del tren de aterrizaje cuando sale... Recordemos que todo esto es normal y ¡sonríe pensando que el vuelo llega a su fin!


Curiosidades sobre el miedo a volar

• Se tiene una posibilidad 90 veces más mayor de morir en un accidente de coche que en un choque aéreo.

• Según las estadísticas, habría que volar todos los días durante 35000 años para estar seguro de sufrir un accidente.

• En 2006, la Comisión Europea adoptó una lista de aerolíneas prohibidas dentro de la Unión Europea.

Para consultar esta lista (puesta al día regularmente):

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http://ec.europa.eu/transport/air-ban/list_fr.htm

Elena Bonet
Durante los últimos 20 años, la prioridad de Enfemenino consiste en amplificar las voces de las mujeres. A través de nuestros contenidos, vídeos y eventos, queremos animar a nuestras comunidades …
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