El verano NO se acaba en septiembre. De hecho, cada vez más personas deciden esperar hasta este mes para irse de vacaciones y no es para menos: los precios son más económicos, no hace tanto calor, no existe una masa de personas que buscan un hueco en la playa y resulta más fácil hacerse un selfie junto algún monumento de culto sin intrusos a tus espaldas. Vamos, que viajar en el noveno mes del año es un verdadero chollo.
Y como seguimos empeñados en que el verano no termina el 31 de agosto, hemos buscado diez destinos ideales para disfrutar del verano sin los inconvenientes del verano. Porque de lugares bonitos está lleno el mundo, ya puedes ir preparando tu próximo viaje.
Mallorca
Punto número uno y (puede que) más importante: playas casi vacías. Es imposible no imaginarse a una misma tumbada sobre la arena de una de esas calas escondidas de agua cristalina y sin un atisbo de humanidad. O mejor, dando un paseo al atardecer mientras te das cuenta (si eres un poco mala) de que otros se tienen que conformar con el afterwork en la capital.
Si además buscas un alojamiento alternativo, que se salga un poco del típico hotel de costa, no puedes dejar la oportunidad de visitar Finca Gomera, un paraíso natural de 280 hectáreas, en uno de los enclaves más salvajes y menos masificados de las Islas Baleares. Situada en el municipio de Llucmajor, a 30 kms de Palma de Mallorca y 25 del aeropuerto de Son Sant Joan, esta finca hace que se detenga el tiempo entre viñedos, encinas, olivos y algarrobos. Es ideal para los amantes del ciclismo y el golf, y cuenta con tan solo 10 habitaciones, 5 en la casa principal y otras tantas en la casa “patio”, lo que la convierte en la opción ideal para parejas.
Madeira
Aunque esta isla se ha ganado el calificativo de paraíso durante todo el año, en septiembre todo fluye mejor. Mil rincones por descubrir y poca gente, ¿acaso se puede pedir más? Inmensos jardines con vegetación de lo más exótica, un paisaje marino incomparable, altos acantilados y pueblos pintorescos son algunos de los muchos atractivos de la isla portuguesa. Pero si ya quieres hacerte un viaje top, en Funchal podrás embarcarte en un catamarán que te llevará a ver ballenas y delfines en su hábitat natural.
Niza
Lo esencial: no pasarás calor. Además de ser una villa bañada en el glamour y la elegancia, es el epicentro de la Costa Azul. Por ello, si viajas a Niza te resultará muy fácil llegar a los pueblos de la zona como Villefranche, Eze o Menton, que son una auténtica maravilla. Y bueno, si lo tuyo es el lujo, también podrás acercarte a Cannes y a Montecarlo, pero ¡ojo con los precios!
Salento
Esta región italiana, también conocida por los “expertos” en geografía como “El tacón de la bota”, cada agosto se ve intoxicada por manadas de italianinni que llegan desde el norte del país. En cambio, en septiembre reina la calma y las villas costeras respiran una tranquilidad inaudita. Algunas de las imprescindibles son Gallipoli, Porto Cesareo, Castro Marina, Santa Cesarea u Otranto, donde te quedarás pasmada con el azul de su agua.
Ámsterdam
Definitivamente, septiembre es el mes ideal para viajar a Ámsterdam: los vuelos son más baratos, no hay tanto turista, y sobre todo, todavía no hace ese frío que se te mete por los huesos. Durante el día querrás darte un paseo por los preciosos canales o visitar los infinitos museos que ofrece la ciudad. Y, al caer la noche, ¿no te pica la curiosidad de echar un vistazo al ambiente del Barrio Rojo?
Túnez
Una vez pasado el sofocón veraniego, podrás descubrir en este país muchas más zonas que se salen de los estándares de sol y playa, como Sidi Bou Said que, con sus casas blancas y puertas azules, se abre al Mediterráneo. La isla de Djerba es ideal para hacer submarinismo, el anfiteatro de El Djem te dejará ojiplática, y en los oasis de Chebika y Tamerza podrás revivir algunas escenas de la mítica Star Wars.
Namibia
Al estar en su “invierno”, no encontrarás mejor momento para conocer esta perla africana que, casualmente es uno de los países más jóvenes del continente. Las viajeras más aventureras alucinarán con el desierto de Namib y su arena roja o con el infinito Kalahari. Y por supuesto, que no se nos olvide, amantes de los animales o no, Namibia es uno de los mejores países para ir de safari.
Bali
Como todo buen clima tropical, este pequeño oasis indonesio se debate entre la temporada húmeda y seca. Por suerte, la primera se empieza a ver en nuestro otoño, así que todavía estás a tiempo de conocer la isla de los mil templos. Además, los vuelos son mucho más económicos si no vas en pleno agosto y con el cambio de moneda podrás vivir como una reina. Si ya te hemos convencido, no te puedes perder los arrozales y los templos de Ubud, las playas de los alrededores de Uluwatu y la subida al volcán Batur.
San Francisco
Ya no hace falta que te vayas al puente del 25 de abril para intentar colárnosla con el Golden Gate. Deberías saber que septiembre es una de las mejores épocas para visitar la ciudad de las cuestas. Otros puntos que no podrás perderte son la isla de Alcatraz, Lombard Street o algunos de sus barrios. En Castro se concentra la importante comunidad homosexual y en Little Italy o Chinatown encontrarás los míticos distritos “internacionales” tal y como los ves en las películas.
Brasil
Pasado el boom y el resacón de los Juegos Olímpicos y con la temporada de lluvias a la vuelta de la esquina, Brasil resultará un destino, cuanto menos, único. Desde Fortaleza hasta Porto Alegre, vete preparando el cuerpo para bailar samba y para hartarte a caipirinhas. No te olvides de hacerte una foto con el Cristo Redentor y, si vas con tiempo, te recomendamos perderte por las playas casi vírgenes de Praia Argila, Pipa o Maragogi. ¡No querrás volver!
En su web podrás encontrar una casa perfecta para el intercambio en cualquiera de estas maravillas de destinos.
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