Vale, puede que nos hayamos pasado con lo de que tu casa es un poco desastre. Al fin y al cabo, ¿quiénes somos nosotras para juzgar? Es cierto que cada una decora su hogar según sus gustos personales, pero no es momento de hablar de estilos decorativos, sino de errores que lo arruinan. Puede que no seas consciente, pero hay malas prácticas que estás llevando a cabo y que no favorecen en absoluto la armonía de tu hogar. Si eres algo despistada, perezosa y tiendes a acumular trastos de los que no quieres desprenderte a pesar de la poca utilidad que les das, este artículo es para ti. Aquí tienes algunas razones por las que (probablemente) tu casa sea un desastre:
1. Todavía hay bombillas que penden de un hilo
Algo que ocurre especialmente después de las mudanzas. Sí, lo sabemos, resolver la iluminación de tu casa da mucha pereza, pero es necesario. Invierte un ratito de tu tiempo en cambiar esa bombilla que lleva tiempo fundida o en instalar una lámpara en condiciones. No solo mejorará la estética de tu hogar, también la luminosidad de cada estancia, haciéndolas más acogedoras. Cuida los pequeños detalles: coloca luces led en puntos estratégicos, dale un toque especial al cabecero de tu cama con una guirnalda de luces o cuida la iluminación de tu terraza para disfrutar al máximo de ella en las noches de verano.
© Lightyears
2. Tienes más muebles que espacio
Como ocurre con muchas cosas en la vida, aprender a decir adiós es fundamental. En este caso debes plantearte de una vez por todas despedirte para siempre de tus muebles antiguos. Si compras nuevos accesorios o mobiliario, pero no te deshaces del viejo que tenías en casa, que sepas que no estás renovando tu hogar, sino acumulando trastos. Y si no dispones de una casa espaciosa, al final conseguirás que las estancias se vean abarrotadas y que ningún estilo combine entre sí.
3. En tu baño reina la anarquía
Sí, los baños en los que el lavabo descansa sobre una pequeña encimera son muy bonitos, minimalistas y modernos. Pero no son prácticos para nuestra casa, menos aún si en ella vivimos con más personas. Si el espacio que rodea al lavabo es pequeño, acabarás acumulando muchas cosas. Por eso es esencial invertir en soluciones de almacenaje: armarios, baldas o estanterías que se puedan amoldar al espacio del que disponemos.
© Grohe
4. Desorden por doquier
El orden es clave en estancias comunes como la cocina y el salón... pero no siempre lo tenemos en cuenta. Admítelo: pierdes mucho tiempo buscando la tapa que corresponde a cada tupper o los diferentes ingredientes que necesitas para preparar un bizcocho. Y se debe a algo muy sencillo: la falta de orden. Si tienes muebles de almacenaje suficientes, deberías plantearte si lo que te sobran son cosas en su interior. Si has empezado a empujar cosas hacia dentro para evitar que se vean al abrir el armario, es que el caos ha invadido tu casa. ¿Nuestra recomendación? Intenta organizar cada tres o cuatro meses los cajones o armarios que más utilices. Limpia y recoloca los accesorios que necesites tener siempre a mano.
5. Tejidos casi plastificados
Se trata del error más común de los principiantes: para ahorrar dinero, invertimos en tejidos de dudosa calidad para nuestro hogar. Al principio pueden quedar muy bien, pero cuando llevamos años con esas cortinas brillantes, esas sábanas llenas de pelotillas o los cojines semiplastificados a los que nos quedamos pegadas en verano, entonces llega la hora de ponerle solución. Ya sabes lo que dicen: renovarse a morir. Invierte en unas sábanas de hilo, en unas cortinas de algodón o en unos cojines de lino, ¡merece la pena!
Contenido elaborado en colaboración con Habitissimo.
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